domingo, 1 de marzo de 2015

GUY STANDING: 'LA RENTA BÁSICA HA DE SER UN DERECHO'



CARLOS FRESNEDA Corresponsal Londres
Actualizado: 01/03/2015 05:25 horas
Guy Standing es un economista "apátrida" y atípico, de esos que arriman el ascua a la parte más desfavorecida de la sociedad. Trabajó durante tres décadas para la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y fue cofundador y aún hoy copresidente de BIEN: la red planetaria de renta básica. En Precariado: una Carta de Derechos (Capital Swing) intenta a través de 29 artículos poner al día la santísima trinidad de la igualdad, libertad y fraternidad, incluido "el derecho a una paga incondicional para todos".
Muchos consideran que la renta básica pertenece más bien al terreno de las utopías...
La idea de un ingreso básico para todos por el mero hecho de ser ciudadanos lleva dando vueltas durante décadas y ha sido defendida en ocasiones por economistas poco sospechosos de ser izquierdas. Y más que una utopía puede acabar siendo una necesidad para una parte creciente de la población, esa que en mi libro identifico como el precariado y que se puede convertir en una clase social peligrosa si no se canalizan sus reivindicaciones sociales, económicas y políticas.
El sociólogo de izquierda Jan Breman asegura que el precariado es un concepto falso...
Se podría haber dicho lo mismo del proletariado en el tránsito al siglo XX. Estamos hablando de una nueva clase social muy diversa, en la que caben desde los descendientes de las clases trabajadoras a los inmigrantes, pasando por una juventud educada y desempleada, o en condiciones de empleo muy precarias. Esta clase ha entrado en la fase de representación, con el ascenso de Syriza en Grecia y Podemos en España.
¿Y en qué se diferencia el precariado del viejo proletariado?
Al precariado no le valen las viejas relaciones de producción y distribución, de ahí su desdén hacia los sindicatos. Está totalmente desprotegido, se mueve en un horizonte de desempleo y trabajo inestable. Y está muy expuesto a condiciones de explotación y opresión. Y es ahí donde entramos en la tercera fase: la redistribución. Ahí es donde encaja la renta básica, que debería ser un derecho en siglo XXI.
En Podemos han existido tensiones internas por la renta básica...
Yo animo a Podemos para que resuelva esas tensiones, que sea fiel a sus principios y tenga el valor de incluir la propuesta de la renta básica. Yo les he animado a que elijan zonas especialmente castigadas por la crisis en España y que pongan en marcha programas piloto.
¿Pero es económicamente viable?
Lo es. Pero obviamente tendríamos que cambiar el sistema impositivo y crear fondos de capital como el que existe en Alaska para repartir los dividendos del petróleo.
Otra de las críticas habituales a la renta básica es que nos haría más holgazanes...
Y sin embargo los planes piloto como el que hemos puesto en marcha en India demuestran todo lo contrario. Cuando la gente tiene un mínimo al menos tiene un punto de partida para salir de la pobreza. La gente es capaz de ahorrar, se estimula el emprendimiento. El tópico de que la renta básica nos haría a todos unos vagos es presuponer muy poco de la condición humana.
El Partido Verde ha propuesto una renta básica de 85 euros a la semana, pero las estimaciones es que el 35% de la población con menos ingresos saldría perdiendo.
El cálculo se ha hecho a partir del sistema actual de impuestos y dando por hecho que el dinero se desviaría de otras partidas sociales. Hay que lograr que las corporaciones paguen sus impuestos y aumentar la presión fiscal sobre los más ricos y usar ese dinero para compensar a la parte más pobre de la población.




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