El periodista Rafael Guerrero recoge en
su libro 'Testigos de la Memoria', 21 historias de quienes padecieron la
represión y el miedo durante la dictadura de Franco
DAVID MIRANDA Madrid 12/11/2014 07:00 Actualizado:
12/11/2014 12:10
Presentación del libro "Testigos de la
Memoria".DAVID MIRANDA
España no es país para aquellos que luchan por que se haga
justicia con sus familiares caídos en la Guerra Civil. Durante los años de la
dictadura franquista, el miedo y el terror ahogó cualquier voz crítica con el
régimen y obligó a vivir con la angustia de desconocer en qué parte de la
geografía española reposaban los restos de sus seres queridos a millones de
personas. Con la llegada de la democracia, estas historias empezaron a ser
conocidas por la sociedad, pese a los intentos de varios sectores de la política
que, aún hoy, tratan de silenciar la Memoria y la verdad de un pueblo al que
dicen representar.
Testigos de la Memoria da voz a estas historias. Este
libro del periodista Rafael Guerrero, presentado este martes en la Biblioteca
Histórica Marqués de Valdecilla-Biblioteca Complutense, recoge 21 entrevistas
que cuentan la historia de personas de todos los ámbitos, en su mayoría
anónimos, que tienen un nexo en común: su lucha por honrar y recuperar del
olvido a quienes sufrieron -y cayeron- durante la dictadura de Franco. Estos
testimonios orales, que fueron emitidos en el programa de "La
Memoria" de Canal Sur Radio Andalucía -el único en toda España de estas
características-, reflejan el sufrimiento que vivieron y padecieron durante
las cuatro décadas que duró el franquismo: cárcel, trabajos forzados,
campos de concentración, exilio...
Estas entrevistas, ha explicado el periodista andaluz, se
agrupan en siete apartados, divididos en: la memoria de la Iglesia; la
represión interior hacia cualquier persona contraria al régimen -en palabras de
Rafael Guerrero, "España era una cárcel durante la dictadura"-;
los maquis y la guerra antifranquista; el exilio, tanto en Europa como en
América; los andaluces en los campos nazis; el personaje: Santiago Carrillo y la
visión exterior de los hispanistas.
Al comienzo del acto, tomó la palabra Nicolás
Sánchez-Albornoz, historiador y profesor universitario, para hacer una breve
sinopsis de la trayectoria de la Memoria Histórica en nuestro país, donde
destacan en un inicio las memorias y ensayos escritos por los que marcharon al
exilio nada más acabar la guerra, especialmente los que marcharon a América ya
gran parte de los que llegaron a Francia se unieron a la Resistencia de los
galos contra los nazis.
Sin embargo, estas obras no llegaban a España, sometida a
una fuerte censura y proceso de "lavado de cerebro" de la ciudadanía
española. Únicamente el boca a boca en los pueblos permitió que miles de
historias, algunas de ellas recogidas en este libro, no cayesen en las garras
del olvido. Sánchez-Albornoz recalcó, además, que en España la Memoria
Histórica floreció gracias a los círculos universitarios, que comenzaron a
entrevistar a las víctimas del franquismo para conocer una verdad hasta
entonces reprimida. El historiador destacó de este libro la preocupación del
autor por otorgar a los testimonios recogidos en él "la dignidad que
merecen" y destacó la "maquetación gráfica" del mismo. "Es
bello y didáctico".
Testigos de la Memoria, según Guerrero, trata de
reivindicar mediante la memoria oral de quienes vivieron una de las etapas más
oscuras de la historia de nuestro país la otra verdad de lo vivido en aquellos
años. Una verdad que no pasó el filtro de la censura de un régimen
autoritario y que, a día de hoy, parece seguir imperante en algunos
sectores de nuestra clase política. Parte de la ciudadanía española se muestra
reacia a que otra parte encuentre al fin a sus familiares y seres queridos.
El propio Guerrero reconocía durante la presentación de su
libro que, en sus entrevistas, "no he visto afán de revancha en ellos, y
sí una necesidad vital de contar su verdad". También defendió la labor que
desde Andalucía se hace a la hora de defender la Memoria Histórica y se
mostró muy crítico con la postura del Gobierno y del Partido Popular, que
constantemente desoye las recomendaciones de la ONU en esta materia,
atentando así contra los derechos humanos por condenar al olvido a quienes más
sufrieron durante la dictadura. "Las víctimas del franquismo no son
fantasmas; existen. No son de carne, pero sí de hueso".
Fuente: www.publico.es
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