lunes, 24 de noviembre de 2014

MARCELLESI: "LA MAYOR CORRUPCIÓN ESTÁ EN EL SISTEMA ENERGÉTICO"




El portavoz de Equo en el Parlamento Europeo arremete contra la estafa de las eléctricas y defiende la "ecología política" como la única solución para crear empleo, poner fin a las malas prácticas y construir un futuro sostenible 
PAULA DÍAZ Madrid 24/11/2014 07:00
Florent Marcellesi, en un momento de la entrevista. JAIRO VARGAS
Ayudar a construir no un futuro mejor, sino, simplemente, un futuro. Ese es el objetivo de Florent Marcellesi (Angers, 1979), candidato de Equo en las pasadas elecciones europeas, portavoz de la formación en la Eurocámara y que ocupará el escaño que comparte con Compromís a partir de la segunda mitad de la legislatura.
Nacido en Francia, de padre corso, madre polaca y afincado en Bilbao desde 2004, emparejado y con dos hijas, este ingeniero y urbanista especializado en cooperación internacional y ecología se define como un "europeísta insumiso" que, aunque ya ha dado el paso a la política, continúa siendo un investigador que mantiene su carácter de activista.
"Como investigador miro el mundo tal y como es; como activista pongo en marcha el cómo querría que fuera", explica durante su visita a Público. Es sólo una de las paradas de la extensa agenda a la que se ha dedicado en la última semana que pasó de visita en España, protestando contra el Tratado de Libre de Comercio y solicitando al Ministerio de Industria que devuelva a los ciudadanos los 3.400 millones de euros que se le han perdonado a las eléctricas
Lamentando, coqueto, no haber planchado su camisa para salir mejor en las fotos y sin ocultar su todavía marcado acento francés, Marcellesi describe cómo es su Europa deseada, una Europa en la que prima la igualdad, la participación ciudadana, la lucha contra la corrupción y, por supuesto, los empleos verdes.
En su último libro, ¿Qué Europa queremos? (Icaria), usted plantea una idílica UE que llegaría en 2030 y en la que una asamblea constituyente ha conseguido impulsar una Constitución europea, con un modelo federal, con cambios en las instituciones (creación de un Eurosenado), con el fin del modelo capitalista productivista y el austericidio, una banca que ofrece crédito, con más empleo y con más igualdad entre ricos y pobres. ¿Cómo se llega hasta ahí?
No planteo un ideal, planteo un ejercicio de prospectiva sobre qué tipo de Europa queremos conseguir y qué Europa es posible conseguir. Es una Europa desable y posible en 2030, aunque se aun objetivo difícil. Partimos de la realidad de 2014 para ver cómo se puede evolucionar y, en una generación, conseguir Europa justa, libre y democrática.
"Queremos que sea la ciudadanía la que se ponga con el boli y el papel a decir qué tipo de Constitución queremos" Parto del principio de que hay una mayoría social que consigue en unos años coger el poder y decir que la austeridad es mala para el planeta y que hay que tener políticas de transición ecológica de la economía. La asamblea constituyente sería un proceso participativo al mismo nivel que se está planteando en España: queremos que sea la ciudadanía la que se ponga con el boli y el papel a decir qué tipo de Constitución queremos.
También tenemos que hacer dos cosas a la vez: democratizar Europa y europeizar la democracia. Para ello necesitamos instituciones que nos representen a nivel global (el Eurosenado) y a la vez ptras que representen la diversidad de la ciudadanía (el Europarlamento).
Se declara como un "europeísta insumiso" y pide "más Europa" y, a la vez, relocalizar la economía y llevar a cabo lo que usted llama "acciones glocales". ¿No es un poco contradictorio? 
Ser un europeísta insumiso es que sí vemos que Europa es necesaria para enfrentarnos a los retos globales que tenemos: climáticos, energéticos, migratorios... Pero somos insumisos porque esta Europa, la que construye vallas en Ceuta y Melilla, la de los recortes, no nos gusta.
Y, por lo demás, tenemos que ira lo que sería el ying yang de Europa: Tenemos que transfronterizar lo que hay que transfronterizar y ver ciertos asuntos con visión global, como la migración, y al tiempo relocalizar lo que hay que relocalizar: gran parte de la economía, de la democracia, de las actividades sociales... Por ejemplo, en agricultura es necesario volver a los circuitos cortos entre el consumidor y productor porque con ello se pueden evitar malas prácticas (como el dumping), y crear un sistema más ecológico y más democrático también. Por eso hay que plantear esta visión dual y actuar a nivel global y local a la vez.
También defienden el euro compaginado con la moneda local. En su Europa, ¿volvería la peseta a España? ¿Cómo se reorganizaría la economía y qué beneficios tendría? 
Necesitamos una moneda (el euro) de intercambio fácil entre europeos y que nos permita tener un nivel dentro del tablero geopolítico mundial, y al tiempo necesitamos una moneda que conserve la riqueza a nivel local. Pero no planteamos  volver a la peseta, sino a monedas mucho más locales, de una ciudad, de una región, que ya existen en España. De hecho, España es casi el país que más monedas locales tiene en proceso de creación y eso permite relocalizar la economía.
¿No es eso una vuelta al pasado?
No es una vuelta al pasado porque nunca volvemos al pasado; siempre vamos adelante porque el tiempo no pasa en vano. Ahora mismo estamos cogiendo lo mejor del pasado e inventando lo mejor del futuro. Estamos innovando, dando un paso adelante, con dos niveles bien distintos que son totalmente complementarios: euro y moneda local.
¿Todo esto forma parte del nuevo Green New Deal, de las nuevas políticas de transición hacia un sistema productivo y energético más ecológico que sustente la economía?
Eso es. Es lo que yo llamo transición ecológica, social y democrática de la economía. Y totalmente entra dentro de esto. Se trata de alcanzar una gran transformación hacia un mundo, una Europa, una España, un Madrid, en el que todos podamos vivir bien y felices dentro de los límites ecológicos del planeta.
También mantiene que cambiando el modelo energético, además de respetar el planeta, se crearían 6 millones de empleos en Europa al reducir un 30% los gases de efecto invernadero que compensarían, además, los 300.000 puestos de trabajo que calculan que se destruirían en el sector del carbón, por ejemplo. ¿Cómo se consigue eso? 
 "La ecología es la amiga del empleo; los que han creado el 25% de desempleo actual son las políticas productivistas de PP y PSOE"
Ese dato sólo se refiere a energía renovable, pero lo más lo interesante es ver todos los sectores en los que se puede crear empleo. Y hay una cosa que está bastante clara: la ecología es la amiga del empleo.  Los que han creado el 25% del desempleo que tenemos ahora mismo son las políticas productivistas que tenemos ahora mismo de PP y PSOE. Los que podemos crear empleo ahora mismo son los que pensamos en sostenibilidad. Ahora mismo en España el carbón y la energía nuclear emplean a 90.000 personas. Con una apuesta de forma decidida  por las energías renovables, en 2020 se crearían 300.000. Hemos calculado que para toda España, en total, serían 2 millones de empleos en todos los sectores: energía renovable, rehabilitación de edificios,  agricultura ecológica...Quien crea empleo es la ecología política.
También proponen reducir las jornadas laborales para crear empleo. ¿En qué se diferencia esto de los criticados 'minijobs' alemanes o la precarización española?
Nosotros estamos en contra de minijobs. Lo que planteamos es un verdadero reparto del empleo que permita que los que trabajan demasiado trabajen menos y sobre todo que los que trabajan nada puedan tener acceso a empleo digno. Esa es la mejor forma que tenemos ahora mismo de no crecer, porque el crecimiento es un peligro para la sostenibilidad y la justicia, y al mismo tiempo crear empleo. Es posible crear empleo sin crecer.
¿Sin crear más empresas?
Sin crecer, que es diferente. Puedes tener 10 personas trabajando 60 horas y crear más empresas. Pero eso supone tener una producción que no es necesaria comparada con las necesidades básicas de las personas. Ahora necesitamos ganar en calidad de vida, no en cantidad de productos, y en vez de tener a esas 10 personas trabajando 60 horas, vamos a tener a 20 personas trabajando 30.
Y con el mismo sueldo...
Esto tiene que ir acompañado de una redistribución de la riqueza. En vez de minijobs, que reparten pobreza, nosotros queremos repartir empleo repartiendo riqueza.
"Es posible crear empleo sin crecer" ¿Esto se arreglaría imponiendo una renta máxima y fomentando la Renta Básica de Ciudadanía?
Hay un concepto básico. Ahora mismo tenemos límites por arriba y por abajo. Por arriba, porque estamos consumiendo por encima de las capacidades del planeta: si todos viviéramos como los españoles necesitaríamos tres Españas y esto no es posible. Y no hay planeta B .
Al mismo tiempo, tenemos límite por abajo porque las personas necesitan cubrir sus necesidades básicas: un mínimo de energía, un mínimo de agua, un mínimo de alimentación.
Por tanto, nos tenemos que situar entre ambos límites y esto tiene luego su reflejo en las rentas: una renta máxima —que una persona no pueda ganar más de un límite establecido democráticamente— y que una persona no pueda ganar menos de una cierta cantidad de dinero tampoco.
¿No es un poco utópico el planteamiento de que los ricos dejen de ser tan ricos para que los pobres dejen de ser tan pobres?
"Lo utópico es pensar que podemos seguir así"
Lo utópico es pensar que podemos seguir de esta manera, tanto a nivel de sostenibilidad porque nos lleva al colpaso ecológico, como a nivel social porque es una sociedad tan desigual que esto puede estallar cualquier día. Nosotros somos pragmáticos. ¿Cómo se consigue? Con la redistribución dela riqueza y otro modelo impositivo: haciendo que los que más ganan y más contaminan porque consumen más, paguen más.
¿Con eso sería suficiente? ¿Salen las cuentas?
Es un problema de prioridad política. Ahora gastamos en amnistía fiscal, en evasión fiscal, en que las rentas altas paguen pocos impuestos. Sí que existen recursos. Lo que hay es un problema de prioridad.
Marcellesi, en otro momento de la entrevista, en la sede de Público. JAIRO VARGAS
Algunas de estas propuestas se asemejan a las de Podemos. ¿Qué relación tienen con ellos en el Parlamento Europeo? 
Donde coincidimos trabajamos juntos, como en la campaña contra Cañete, en la que reclamamos que no fuera el zorro que vigila el gallinero y lo acabamos de hacer reclamando que no se empezaran las prospecciones petrolíficas en Canarias. Desde Equo lo seguiremos haciendo, porque lo tenemos claro: vamos a sumar con todos los partidos y colectivos con los que tengamos causas comunes.
"En Equo vamos a sumar con todos los partidos y colectivos con los que tengamos causas comunes"
¿Aquí en España podrían confluir  Equo y Podemos en municipales y autonómicas, como ya se va a hacer con Ganemos y Guanyem, por ejemplo?
Eso será decisión de cada Equo, de los militantes, activistas y simpatizantes de Equo a nivel municipal y autonómico. Por eso no me puedo adelantar todavía. Pero sí apostamos por Ganemos y nunca cerramos la puerta a unir a más formaciones porque estamos en un momento histórico y tenemos que jugar de forma histórica.
¿Habla de momento histórico porque ve el fin del bipartidismo? 
Es unmomento histórico en España pero no todavía en Europ y tenemos que cambiar europa también. Eso no se consigue con un solo partido, necesitamos que todas las fuerzas que piensen en un futuro mejor vayan hacia un país con mucha pluralidad y diversidad. 
Hay quien piensa que la pluralidad en exceso conlleva cierto descontrol a la hora de gobernar...
La de la pluralidad es una tesis que hay que probar. Y la del descontrol no es una tesis muy sólida a largo plazo. 
¿Y con IU? ¿Cómo es su relación con ellos? Usted ha criticado en alguna ocasión que, aunque "se ponen la etiqueta", no son verdes. Recientemente, la Izquierda Unitaria ha criticado la postura de los verdes en cuanto a la moción de censura que ellos propusieron contra Juncker. Dicen que por su "indefinición", al final este tema ha quedado en manos de la extrema derecha. Ellos ya han dicho que no la apoyarán. ¿Y ustedes?
Ellos lanzaron la moción de censura de golpe. Nosotros creemos que primero Jucnker tiene que explicarse, pedimos una Comisión de Investigación y luego, si deducimos que no nos convence, tendrá que irse. Pero si pedimos una moción de censura que no tenemos capacidad de llevar a cabo, al final, reforzamos a Juncker. ¿Qué nos conviene, hacer ruido o ganar la batalla? Nosotros queremos ganar la batalla. Y este es el mensaje que trasladamos a la Izquierda Unitaria.
En España, teniendo en cuenta que algunos miembros de Equo venían de IU, ¿cómo son sus relaciones?
Exactamente igual que con los demás partidos: vamos a luchar por causas comunes. Donde nos encontremos, si estamos de acuerdo, vamos a trabajar codo a codo. No es un problema de siglas, es un problema de causas. 
A veces esa unión no es suficiente para coneguir objetivo, como demuestra, por ejemplo, el nombramiento de Cañete como comisario de Energía pese a que intentaron impedirlo. ¿Cómo se lucha contra una mayoría parlamentaria perteneciendo a una minoría? 
"Tenemos que ganar la mayoría cultural para ganar la mayoría política"
No tenemos  mayoría porque no tenemos la mayoría en la ciudadanía. No tenemos mayoría cultural, no la hemos ganado todavía. Estamos a las puertas de un vuelco que no se ha dado todavía y eso es sobre  lo que tenemos que reflexionar. Pero también hay que recordar lo que hemos ganado. La Política Agraria Común (PAC)  la perdimos, pero otra política tan importante como esa, que es la Política de Pesca Común, la hemos ganado. Y es importante recordar lo que hacemos bien.
¿La opción es que todo eso se conozca para concienciar a los ciudadanos?
Claro, Tenemos que ganar la mayoría cultural para ganar la mayoría política.  
En cuanto a ambas mayorías, ¿a qué cree que se debe que -en vista de los resultados electorales y de las últimas encuestas- el mensaje de Pablo Iglesias haya conseguido calar más que el de Equo en su momento? 
"Tenemos que transmitir que la ecología política es una respuesta contra el paro y la corrupción"
Lo primero que tenemos que hacer desde la ecología política es aprender a conectar mucho mejor con la ciudadanía, saber conectar el imaginario ecologista que tenemos con el imaginario actual que existe en el que las preocupaciones más importantes son el paro y la corrupción. Tenemos que transmitir la idea de que la ecología política es una respuesta contra el paro y la corrupción. En cuanto al paro, con las propuestas que mencionábamos antes, y en cuanto a corrupción, pues denunciando que la mayor corrupción está en el sector energético. Por ejemplo, que las eléctricas no devuelvan a la ciudadanía los 3.400 millones de euros que les deben es una muestra de que energía y corrupción están muy vinculadas . Y esto cuesta vidas: 7.000 personas mueren al año en España por pobreza energética.
Y son buenos ejemplos de dónde podemos aportar muchísimo, demostrando que es importante apostar por un nuevo modelo energético, más sostenible, más justo y más democrático porque la ciudadanía lo tiene en sus manos. 
Lo tiene en sus manos, ¿votando?
No sólo votando. Ahí tienes las cooperativas energéticas que son una forma de recuperar la soberanía energética. Son colectivos que van a recuperar la energía, decidir qué tipo de energía quieren y además la van a comercializar para que más personas tengan acceso a ella. Esto ya está en marcha y tiene más de 15.000 socios en España.
Pero 15.000 en comparación con las cifras que manejan las grandes empresas energéticas... ¿Cómo se le hace frente al poder de los lobbies que incluso ganan las batallas en los tribunales, como demuestran los casos de Castor y las prospecciones petrolíferas de Canarias
"La estafa de las eléctricas es sólo la punta del iceberg de un sistema mucho más corrupto que está detrás"
Pues por ejemplo, lo que está haciendo la Plataforma por un Modelo Energético, que es poner una denuncia contra la estafa de las eléctricas Ahora mismo la Fiscalía Anticorrupción está en el tema. Y ojo, que eso puede ir muy lejos, porque lo que acabamos de ver es sólo la punta del iceberg de un sistema mucho más corrupto que está detrás. Es, de lejos, el mayor caso de corrupción que tenemos en España, con un monto mucho mayor incluso que el de las tarjetas black.
¿Cómo se lucha? Pues desde los tribunales y también desde la vía cultural, la de las alternativas reales: es necesario que las personas se quiten el apego a las grandes empresas. A ellas lo que más les duele es el consumo responsable: que contratemos la luz con una cooperativa y digamos adiós a las eléctricas. Y eso lo podemos hacer mañana mismo con una llamada. 
Hablando de grandes empresas, las nuevas medidas de transparencia anunciadas por la UE para que los comisarios tengan que informar sobre sus reuniones con estos grupos de presión, ¿servirán para frenar su poder? ¿Llegará la transparencia, también, al Tratado de Libre Comercio (TTIP)? 
"Tumbar el TTIP es una batalla que podemos ganar" Es un pequeño paso pero muy flojo. Tenemos que llegar mucho más lejos. Queremos saber qué lobby está detrás de cada enmienda que ponen unos u otros diputados, como ya se hace en algunos países del norte. Y en cuestión de transparencia lo más importante es tumbar el TTIP que es todo lo contrario a ella.  Sólo una séptima parte de los diputados europeos tienen acceso a estos documentos. Es una vergüenza. Nosotros pedimos todos los documentos porque es un peligro social, democrático y ecológico que no va ni a crear empleo ni a traer estabilidad financiera. Los Verdes Europeos impulsamos la campaña para tumbarlo y creo que es una batalla que podemos ganar. 


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