Ben Magec explica su
posicionamiento sobre la consulta relativa a las prospecciones:
Lunes, 6 de octubre
de 2014
En la presente entrevista, la federación ecologista Ben Magec expone su posicionamiento en
torno a la consulta popular convocada por el Gobierno de Canarias en relación a
las prospecciones de hidrocarburos que se pretenden llevar a cabo en aguas
próximas al Archipiélago, respondiendo a algunas de las preguntas que éste ha
venido provocando.
- ¿Por qué apoya Ben
Magec - Ecologistas en Acción la consulta popular contra las prospecciones?
- Esta Federación
siempre ha defendido esta figura de participación, y la llevamos reivindicando
desde hace muchos años y para muchos proyectos, entre otros para el Puerto de Granadilla.
Desde el año 2008,
en nuestra propuesta de reforma del Estatuto de Canarias, incluíamos continuas
referencias a la necesidad de fomentar la participación a través de consultas
populares. Uno de los párrafos que
incluíamos en esa propuesta decía literalmente: "Concretamente, en el
ámbito autonómico, se promoverá y facilitará la participación ciudadana en los
procesos electorales, las consultas populares y las iniciativas legislativas
populares, así como en el resto de ámbitos e iniciativas de representación y
participación ciudadana que se desarrollen desde los poderes públicos
canarios. Una ley aprobada por el
Parlamento de Canarias regularará las consultas populares para el ámbito
autonómico."
Creemos
sinceramente que es hora de que se pongan en práctica e incluso se normalice su
uso para todos aquellos proyectos que nos afecten, o por lo menos aquéllos en
los que se constate que hay opiniones enfrentadas. Esta propuesta no es una quimera imposible,
hay muchos países que la utilizan como garantía democrática que ayuda a evitar
errores en sus políticas.
- ¿Qué opinión les merece la pregunta
propuesta por el Gobierno de Canarias?
- Desde luego, no es
la que nos habría gustado. El movimiento
ciudadano, reunido en varias ocasiones, una de las cuales fue una cumbre
interinsular que contó con una amplísima participación de muchos colectivos,
propuso una pregunta sencilla y directa: '¿Está usted de acuerdo con que se realicen
prospecciones y/o extracciones de hidrocarburos en Canarias?' También hubo consenso en torno a varias
condiciones, como que en la pregunta apareciera la palabra 'prospecciones', o
mejor 'prospecciones de hidrocarburos' en vez de 'prospecciones petrolíferas'
para ampliarlo al gas natural, o que no se centrara en la acción de Repsol para
que fuera válida a cualquier empresa que pretenda prospectar en estas aguas.
Sin embargo,
entendemos que el Gobierno de Canarias haya buscado adaptar su pregunta a la
única norma que permite realizar consultas sin el visto bueno del Gobierno
central, que es la Ley Canaria de Fomento a la Participación Ciudadana, y que
da potestad al gobierno autonómico para preguntar cuestiones que sean de
interés general de la comunidad autónoma, pero que deban marcar la agenda del
gobierno canario, y no la de ninguna otra administración fuera de estas islas.
Por este motivo,
justificándose en este condicionante, han propuesto una pregunta que, a nuestro
juicio, resulta ambigua: ¿Cree usted que Canarias debe cambiar su modelo
medioambiental y turístico por las prospecciones de gas o petróleo?
Entendemos que
rechazar un cambio de modelo que recoja las prospecciones no supone aceptar que
el modelo medioambiental y turístico presente nos guste, pero somos conscientes
de que muchísima gente no lo está entendiendo así. Y es que hace años que venimos denunciando
que las políticas del Gobierno de Canarias sobre medioambiente y turismo son en
buena medida las que han ocasionado la grave crisis ecológica, social y económica
en la que estamos inmersos.
Mucha gente ha
recordado, al calor de esta pregunta, luchas como la de la defensa de Tindaya, el Catálogo
de Especies Protegidas de Canarias, el Puerto
de Granadilla… Y por eso es por lo que debemos aclarar que, aunque
efectivamente esta pregunta no suponga aceptar el modelo actual, sino
simplemente rechazar un cambio hacia un modelo en el que se realicen las
prospecciones petrolíferas, queremos transformarla en una buena oportunidad para
recordarle al Gobierno de Canarias el rechazo social contra sus políticas en
materia de territorio y medio ambiente, y exigirle coherencia en su discurso a
favor de un cambio de modelo que respete los recursos naturales que nos
abastecen. Y esto será así porque decir
no a las energías fósiles como el gas y el petróleo supone irremediablemente
apostar por un cambio de modelo de desarrollo menos depredador de recursos y
más respetuoso con el territorio y el medioambiente que el binomio 'turismo de
masas y construcción' por el que sigue apostando este Gobierno.
En definitiva,
creemos que esta pregunta nos va a obligar a hacer mucha pedagogía, porque es
importante que la gente entienda que votar 'no' supone rechazar las
prospecciones. Pero también nos va a dar
la oportunidad de relanzar el discurso contra el modelo de desarrollo vigente,
el mismo por el que siempre ha apostado este Gobierno de Canarias.
- ¿Creen que una consulta popular no
vinculante, máxime cuando la decisión última no recae sobre el Gobierno de
Canarias, servirá para algo?
- Mucha gente nos
pregunta eso mismo, y es que es lógico pensar que una herramienta que es solo
consultiva, no vinculante, no sirva para el objetivo último, que es aquél que
se recoge en la pregunta. Es verdad que
una consulta popular no es como una ley o una sentencia judicial, que hay que
cumplirlas directamente. Sin embargo, si
hacemos memoria, veremos cómo algunas consultas populares, no sólo no
vinculantes sino además, no aceptadas por los máximos responsables de los
proyectos (como ocurre aquí con las prospecciones y el Gobierno central), han
conseguido su objetivo.
En el año 2002, en
Tambogrande, al norte de Perú, tuvo lugar una consulta popular promovida por el
gobierno municipal en la que cuestionaba el apoyo al proyecto minero de la
multinacional canadiense Manhattan que, con apoyo del Gobierno peruano,
pretendía realizar una enorme explotación a cielo abierto a costa del medio
ambiente y del medio de vida de las comunidades locales, y sobre todo a costa de
la voluntad de todo un pueblo. Esta
consulta popular, con amplísima participación, derivó en una victoria ciudadana
que dio pie a la retirada de la empresa, cuyo valor en bolsa y prestigio
cayeron en picado. Después de este
evento muchas otras comunidades realizaron consultas similares, y ahora se han
convertido en una importante herramienta de lucha en Sudamérica.
Es cierto que en ése
y en otros muchos casos similares, el gobierno de turno afirmó que respetaría
la voluntad popular, no como sucede con el gobierno del PP, que ni siquiera
está por la labor de permitir esta consulta.
Pero de no respetarse entraremos en un cuestionamiento democrático sin
precedentes. Por lo menos en época
preelectoral supondrá un gran riesgo para el Partido Popular.
- A este respecto, ¿no creen que el apoyo a
la consulta está legitimando el resto de políticas del Gobierno de Canarias,
contra las que tantas veces se han manifestado?
- Ésta es otra de
las preguntas frecuentes… Sin embargo, tenemos que afirmar que, aunque así lo
parezca, introducir como práctica habitual las herramientas de participación
directa en la democracia, lo que hace es despertar el sentido crítico y la
responsabilidad cívica y política en la ciudadanía. Es probable que a largo plazo, si esta práctica
se consolida, que está por ver, la sociedad cambie y, por tanto, el Gobierno
tenga que cambiar también.
Es necesario además
llegar más lejos, porque la participación ciudadana supone la generación de
canales reales y efectivos para que la gente pueda participar de forma
cotidiana en la decisión de las cuestiones que les afectan, así como el respeto
a su voluntad cuando utiliza los canales de participación ya reconocidos en
nuestro marco normativo y que son tantas veces ninguneados por el propio gobierno:
Iniciativas Legislativas Populares, manifestaciones, alegaciones,
concentraciones, etcétera .
Por otra parte,
por lo que a nuestras competencias se refiere, no hemos dejado ni dejaremos de
denunciar las nefastas políticas de este Gobierno, como por ejemplo el Catálogo
de Especies Protegidas que sigue sin modificarse, la Ley de Armonización, que
supone un mazazo a la legislación territorial y ambiental, la continua
negligencia y los recortes en materia ambiental, o la apuesta por la introducción
del Gas Natural. Ya hemos venido
alertando de esto desde siempre, pero en época de campaña electoral lo
recordaremos especialmente a la ciudadanía.
Sin embargo, ahora
tenemos que unir fuerzas y apoyar lo que sí creemos que hay que apoyar, es
decir, la utilización de una herramienta como la consulta para decir
unánimemente desde la sociedad canaria y todos los sectores implicados NO a las
prospecciones. Y es que de no hacerlo
así, sería un contrasentido exigir constantemente que se implementen las herramientas
democráticas y cuando se intentan aplicar, se les dé la espalda.
- Pero ahora mismo ¿no se está focalizando
toda la atención en el petróleo, logrando que la opinión pública se
"olvide" de otros problemas sociales y ambientales?
- Se corre ese riesgo,
al menos por la parte del Gobierno. Pero
no por la nuestra. Como ya le dije, las
y los ecologistas estamos muy activos, junto a otros colectivos sociales y
ciudadanos, en la lucha contra las prospecciones y la eventual extracción
posterior de petróleo. Pero al mismo
tiempo seguimos denunciando muchas otras cuestiones, e impulsando otras causas
que nos parecen justas y necesarias.
En este mismo
periodo hemos participado en la creación de la Plataforma por un Nuevo Modelo
Energético para Canarias, en la reactivación del movimiento en contra de la
incineración y por otro modelo de gestión de residuos en Tenerife y Gran
Canaria, difundimos campañas con perspectivas a largo plazo, como la del
decrecimiento, y varias más.
- ¿Cómo creen que se
verá reflejado el resultado de la consulta?
Como ya dijimos,
los efectos serán indirectos, pero serán.
Por un lado, el objeto de quienes apoyamos esta consulta, que es el de
parar las prospecciones y, en su caso, la explotación de hidrocarburos, es muy
probable que se consiga si tenemos un éxito de convocatoria suficiente. El eco mediático en este tema ha superado a
ninguna otra lucha en Canarias, y es común ver este conflicto reflejado en
medios estatales e incluso internacionales.
Es probable que a Repsol no le interese la mala imagen que proyectará si
desoyen el sentir ciudadano.
Pero hay más:
seremos un ejemplo y daremos no sólo ideas a otras comunidades y otros países
que estén en nuestra situación, sino también formaremos parte de un movimiento
internacional contra estas nefastas operaciones, aportando además resonancia en
Europa, donde sólo en la prensa alternativa se recogen las luchas de las
comunidades de los países empobrecidos, o más bien esquilmados, o en vías de
desarrollo.
Por último, y con
efectos prácticos sobre el medio ambiente canario, la modificación legislativa
que tramita el Gobierno dejará abierto el camino para que podamos exigir que se
perpetúe la práctica de las consultas populares… ¿con qué excusa se nos dirá
que no, ahora?
Fuente: http://canarias-semanal.org/
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