Manolis Glezos, de 92 años, protagonizó el primer acto de
resistencia a los nazis en Grecia y uno de los primeros de Europa. En 1941, con
19 años y junto a su camarada Apostolos Santas, quitó la bandera con la esvástica
que ondeaba en la Acrópolis de Atenas y que simbolizaba la ocupación alemana.
Ahora, es eurodiputado tras ser elegido en las listas de Syriza para decir:
"Sí a Europa pero no a la pobreza"
RAÚL SOLÍS Bruselas 13/07/2014 08:00
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| Manolis Glezos. R.S. |
En Grecia, el país que parió la democracia y que le regaló a
Europa su nombre, Manolis Glezos es una leyenda, un símbolo de la lucha por la
democracia y la soberanía. En 1941, con 19 años, arrancó la esvástica que los
nazis colocaron en la Acrópolis de Atenas en señal de conquista. Fue
condenado a muerte y torturado, pero escapó y ha sido elegido, a sus 92
años, eurodiputado en las listas de Syriza, la coalición de izquierdas griega
del carismático Alexis Tsipras.
Glezos lleva toda su vida defendiendo la libertad,
razón por la que ha pasado casi 12 años en prisión, cinco años en el exilio y
ha escapado de otras tantas condenas a muerte. Esta leyenda viva de la Segunda
Guerra Mundial se ha enfrentado a cara descubierta y resistido a todos los
regímenes políticos que han pasado por Grecia en los últimos 70 años:
encarcelado y torturado por los nazis, condenado a cuatro años de prisión
durante la Dictadura de los Coroneles y gaseado por la policía, en 2010,
cuando se manifestaba contra un plan de secuestro que se debatía en el interior
del Parlamento helénico.
Las imágenes de la policía reprimiendo y gaseando a
Glezos dieron la vuelta al mundo y ya forman parte de la iconografía de
resistencia a las políticas de empobrecimiento provenientes de Bruselas. En su
curriculum, acumula experiencia como alcalde en Apiranthos, en la Isla de
Naxos, donde las decisiones se tomaban en la plaza pública y en asamblea
ciudadana. Tras la restauración de la democracia en 1974, colaboró
decididamente a construir la izquierda helénica.
Llegó a ser elegido diputado por el PASOK, el partido
socialdemócrata que languidece tras aceptar sumisamente los planes de rescate
-o secuestro- de la economía griega. En el año 2000, ya sin vinculación con el
PASOK, Glezos fue una de las piezas fundamentales en la conformación de la
Coalición de Izquierdas Syriza, que promete esperanza y soberanía al castigado
pueblo helénico.
El eurodiputado griego se sienta en la misma bancada que
los europarlamentarios españoles de Podemos e Izquierda Unida y ha sido
elegido para cumplir un cometido en nombre de sus compatriotas: Reclamar a
Alemania los préstamos obligatorios que tuvo que dar la banca griega a Hitler y
que Alemania aún no ha devuelto. Este joven de 92 años está dispuesto a
resistir nuevamente, esta vez contra la ocupación económica que tiene a Grecia
con datos de pobreza impropios de un país de la UE. Lo hará en la Comisión de
Cultura y Educación de la Eurocámara, donde recordará que "la palabra
Europa es griega" y sin Grecia, Europa es imposible.
Fuente: www.publico.es

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