sábado, 26 de abril de 2014

SIETE ASTURIANOS VIAJAN A MADRID PARA PRESENTAR EN EL CONSULADO DE ARGENTINA DENUNCIAS POR CRÍMENES DEL FRANQUISMO

Este miércoles 23 de abril, por iniciativa de La Comuna d’Asturies, el grupo asturiano que forma parte de CeAQUA (Coordinadora estatal de apoyo a la Querella Argentina contra crímenes del franquismo), se han presentado en el Conceyu Abiertu de Uviéu los siete asturianos que irán el viernes de esta semana al consulado de Argentina en Madrid.
Memoria Histórica | Tercera Información | 25-04-2014 |
La finalidad del viaje es presentar denuncias de desapariciones, encarcelamientos y asesinatos acontecidos en los años de la Guerra Civil y la dictadura posterior. Sus casos se presentarán al cónsul para que se remitan a la causa que la juez María Servini de Cubría dirige en Argentina para investigar crímenes del franquismo.
Desde el mes de septiembre de 2013, Argentina ha habilitado sus consulados en todo el mundo para que puedan recibir denuncias de víctimas del franquismo, después de una solicitud hecha en tal sentido por la juez que lleva el caso para que los denunciantes no tengan que viajar a Buenos Aires.
Entre los denunciantes que irán a Madrid este viernes hay nietos de desaparecidos y también hay víctimas directas de la represión y la tortura del régimen de Franco, casos que pueden llevar a la imputación de torturadores que viven todavía.
Este es un resumen de los casos que se presentan:
Aida Alvaré Marqués y José Martínez Vázquez fueron sacados de la cácel de Avilés y fusilados en la playa de Salinas el 22 de octubre de 1937. Sus cuerpos se abandonaron allí. En el pinal de esa playa hai una fosa con más de 300 asesinados que nunca se ha excavado. José Abargues Perles era secretario del Partido Comunista de San Esteban (Muros) y se incorporó al frente en defensa de la República. Fue condenado a muerte por "rebelión militar" y fusilado el 28 de septiembre de 1939, y está enterrado en la fosa común de Uviéu. Su mujer, Josefa Dávila Álvarez, embarazada y con seis hijos, estuvo presa en Pravia y Uviéu, en donde tuvo a su última hija, para pasar después a Saturrarán (Guipúzcoa), prisión en la que cumplió la condena por "auxilio a la rebelión" hasta el 29 de abril de 1943. Son cuatro casos de los muchos ejemplos de la represión sistemática de las autoridades franquistas en Asturias. Dos nietas de estas cuatro víctimas presentan una denuncia explicando su historias.
Clemente Amago López-Villar era el alcalde del concejo de San Tiso d’Abres en 1936 por el Partido Socialista. Un mes después del golpe de Estado de Franco, la zona extremo-occidental asturiana ya estaba en poder de los sublevados. Las detenciones y torturas por parte de la Falange llevaron a Clemente a esconderse en los montes cerca de su casa en Vilela. El 1 de septiembre los falangistas de San Tiso lo apresaron y lo torturaron. Su mujer lo pudo ver al día siguiente, sangrando y medio muerto, en un camión rumbo a Lugo. No volvió a verlo más. Unos años después, su viuda tuvo que pagar una multa que le pusieron a Clemente Amago por desatender su funciones como alcalde. En la denuncia que presenta su nieto se citan otros cinco casos de asesinatos y desapariciones sucedidas en ese municipio en aquel mes de septiembre de 1936.
Jesús Fernández Pérez era un albañil de Mántaras (Tapia) que encarcelaron en el ayuntamiento de Tapia en el mes de noviembre de 1936, cuando tenía 33 años. Un grupo de miembros de la Falange, conocidos en la zona como “El Cangrexo”, lo sacaron por la noche de la cárcel y su mujer, con una niña de seis días, no volvió a saber nada más de él. Se cuenta que lo mataron en el municipio lucense de Barreiros, aunque no se sabe dónde está enterrado. Su caso es uno más de los asesinatos cometidos en la zona occidental asturiana con toda la impunidad y con el consentimiento de las autoridades municipales franquistas. En la denuncia que presenta su nieto se citan otros casos de asesinatos, encarcelamientos y vejaciones cometidos en el municipio de Tapia en esos meses.
Manuel José García Valle, José’l Gallegu, sufrió a lo largo de su vida despidos, detenciones y prisión por su implicación política en el Partido Comunista y por su labor sindical en la mina. De 1957 a 1971 lo detuvieron 14 veces. Padeció torturas y palizas de personajes desgraciadamente conocidos en Asturias como el comisario Claudio Ramos, de la Brigada Político-Social, el sargento Pérez o el guardia Sevilla. En la denuncia que presenta da testimonio de la detención sufrida en Sama el 7 de agosto de 1963 a manos del capitán de la guardia civil Fernando Caro Leiva, enviado a Asturias por el ministro de la Gobernación Camilo Alonso Vega para reprimir las huelgas mineras. La vida de lucha de José’l Gallegu se cuenta en el libro A mí hay que matarme de frente. Manuel García Valle, José el Gallegu, minero comunista, del historiador Jorge Muñiz.
Faustino Sánchez García empezó a sufrir detenciones por su actividad sindical y política en el Partido Comunista desde 1961 en el valle del Nalón. Entre sus torturadores estaban el sargento Osorio, el sargento Pérez y el guardia Sevilla. Padeció prisión y perdió su trabajo en la mina. Después de ser despedido por participar en una huelga en otro pozo, pasó a la clandestinidad y huyó al extranjero. En mayo de 1969, en Sama, lo volvieron a detener y sufrió las torturas del comisario Claudio Ramos y del policía Pascual Honrado de la Fuente. Con algunas costillas rotas, además de los tímpanos, lo metieron en la cárcel. Salió absuelto después de estar medio año preso entre Uviéu y Carabanchel.
Vicente Gutiérrez Solís se significó por su labor de organización del Partido Comunista en los pozos mineros desde 1955. Su primera detención en La Nueva después de la huelga minera de 1957/58 lo llevó con otros compañeros a la comisaría de Uviéu, donde sufrió palizas de Pascual Honrado de la Fuente y el comisario Ramos. A la salida de la cárcel en 1961, despedido del pozo, le negaron volver a trabajar en la mina por su implicación política. Volvió a sufrir detenciones y palizas en otras huelgas y estuvo deportado con otros compañeros fuera de Asturias. Tuvo que escapar a Francia, de donde volvió en 1966, aunque continuaron las detenciones, las palizas y la cárcel en diferentes momentos hasta la última detención, en 1977.
Anita Sirgo Suárez fue una de las víctimas de torturas en la huelga de 1962, hechos que generaron una ola de solidaridad y denuncia en todo el Estado y en la comunidad internacional. A Anita la detuvieron junto con su marido en Sama, cuartel donde padeció, con otros compañeros y compañeras, las palizas y las torturas de Fernando Caro Leiva. Después de romperle el tímpano de un oído por culpa de los golpes, Caro Leiva, con una navaja, le afeitó a tirones la cabeza a Anita. Las palizas continuaron a manos de Claudio Ramos en el cuartel de Buenavista de Uviéu. Anita no abandonó su implicación política en el Partido Comunista y tuvo que escapar a Francia. Al volver a Asturias siguió sufriendo estancias de algunos meses en la cárcel, por ejemplo, en torno a todos los Primeros de Mayo, siempre sin juicio ni registros, hasta el final de la dictadura.
Asturiano
Siete asturianos viaxen a Madrid pa presentar nel Consuláu d’Arxentina denuncies por crímenes del franquismu
Esti miércoles 23 d’abril, por iniciativa de La Comuna d’Asturies, el grupu asturianu que forma parte de CeAQUA (Coordinadora estatal d’apoyu a la Querella Arxentina contra crímenes del franquismu), presentáronse nel Conceyu Abiertu d’Uviéu los siete asturianos que van dir el vienres d’esta selmana al consuláu d’Arxentina en Madrid. La finalidá del viaxe ye presentar denuncies de desapaiciones, encarcelamientos y asesinatos socedíos nos años de la Guerra Civil y la dictadura posterior. Los sos casos van presentase al cónsul pa que se remitan a la causa que la xueza María Servini de Cubría dirixe n’Arxentina pa investigar los crímenes del franquismu.
Dende’l mes de setiembre del 2013, Arxentina habilitó los sos consulaos en tol mundu pa que puedan recibir denuncies de víctimes del franquismu, depués d’una solicitú fecha nesi sen pola xueza que lleva’l casu pa que los denunciantes nun tengan que viaxar a Buenos Aires.
Ente los denunciantes que van dir a Madrid esti vienres hai nietos de desapaecíos y tamién hai víctimes directes de la represión y la tortura del réxime de Franco, casos que puen llevar a la imputación de torturadores que viven tovía.
Esti ye un resume de los casos que se presenten:
Aida Alvaré Marqués y José Martínez Vázquez foron sacaos de la cácel d’Avilés y fusilaos na playa de Salinas el 22 d’ochobre de 1937. Los sos cuerpos dexáronse ellí. Nel pinal d’esa playa hai una fosa con más de 300 asesinaos que nunca s’escavó. José Abargues Perles yera secretariu del Partíu Comunista de San Esteban (Muros) y incorporóse al frente en defensa de la República. Foi condenáu a muerte por "rebelión militar" y fusiláu’l 28 de setiembre de 1939, y ta enterráu na fosa común d’Uviéu. La so muyer, Josefa Dávila Álvarez, embaranzada y con seis fíos, tuvo presa en Pravia y Uviéu, onde tuvo la última fía, pa pasar depués a Saturrarán (Guipúzcoa), prisión onde cumplió la condena por "ausiliu a la rebelión" hasta’l 29 de abril de 1943. Son cuatro casos de los munchos exemplos de la represión sistemática de les autoridaes franquistes n’Asturies. Dos nietes d’estes cuatro víctimes presenten una denuncia esplicando les sos histories.
Clemente Amago López-Villar yera l’alcalde del conceyu de San Tiso d’Abres en 1936 pol Partíu Socialista. Un mes depués del golpe d’Estáu de Franco, la zona estremo-occidental asturiana yá taba en poder de los sulevaos. Les detenciones y tortures por parte de la Falanxe llevaron a Clemente a escondese en monte cerca de so casa en Vilela. El 1 de setiembre los falanxistes de San Tiso prendiéronlu y torturáronlu. La so muyer pudo velu a otru día, sangráu y medio muertu, nun camión camín de Lugo. Nun volvió a velu más. Unos años depués, so viuda tuvo que pagar una multa que-y punxeron a Clemente Amago por desatender les sos funciones como alcalde. Na denuncia que presenta’l so nietu cítense otros cinco casos d’asesinatos y desapaiciones socedíes nesi conceyu naquel mes de setiembre de 1936.
Jesús Fernández Pérez yera un albañil de Mántaras (Tapia) qu’encarcelaron na Casa Conceyu de Tapia nel mes de payares de 1936, cuando tenía 33 años. Un grupo de miembros de la Falanxe, conocíos na zona como “El Cangrexo”, sacáronlu pela nueche de la cárcel y la so muyer, con una neña de seis díes, nun volvió a saber más nada d’él. Dizque lu mataron nel conceyu lugués de Barreiros, anque nun se sabe ónde ta enterráu. El so casu ye ún más de los asesinatos cometíos na zona occidental asturiana con tola impunidá y col consentimientu de les autoridaes municipales franquistes. Na denuncia que presenta’l so nietu cítense otros casos d’asesinatos, encarcelamientos y vexaciones cometíos nel conceyu de Tapia nesos meses.
Manuel José García Valle, José’l Gallegu, sufrió a lo llargo la so vida despidos, detenciones y prisión pola so implicación política nel Partíu Comunista y pol so llabor sindical na mina. De 1957 a 1971 detuviéronlu 14 veces. Sufrió tortures y palices de personaxes desgraciadamente conocíos en Asturies como’l comisariu Claudio Ramos, de la Brigada Político-Social, el sarxentu Pérez o’l guardia Sevilla. Na denuncia que presenta da testimoniu de la detención sufrida en Sama’l 7 d’agostu de 1963 a manes del capitán de la guardia civil Fernando Caro Leiva, unviáu a Asturies pol ministru de la Gobernación Camilo Alonso Vega pa reprimir les fuelgues mineres. La vida de llucha de José’l Gallegu cúntase nel llibru A mí hay que matarme de frente. Manuel García Valle, José el Gallegu, minero comunista, del historiador Jorge Muñiz.
Faustino Sánchez García empezó a sufrir detenciones pola so actividá sindical y política nel Partíu Comunista dende 1961 nel valle del Nalón. Ente los sos torturadores taben el sarxentu Osorio, el sarxentu Pérez y el guardia Sevilla. Sufrió prisión y perdió’l trabayu na mina. Depués de ser despidíu por participar nuna fuelga n’otru pozu, pasó a la clandestinidá y escapó al estranxeru. En mayu de 1969, en Sama, volvieron a prendelu y sufrió les tortures del comisariu Claudio Ramos y del policía Pascual Honrado de la Fuente. Con delles costielles rotes, amás de los tímpanos, metiéronlu na cárcel. Salió absueltu depués de tar mediu añu presu ente Uviéu y Carabanchel.
Vicente Gutiérrez Solís significóse pol so trabayu d’organización del Partíu Comunista nos pozos mineros dende 1955. La so primer detención en La Nueva depués de la fuelga minera de 1957/58 llevólu con otros compañeros a la comisaría d’Uviéu, onde sufrió palices de Pascual Honrado de la Fuente y el comisariu Ramos. A la salida de la cárcel en 1961, despidíu del pozu, negáron-y volver a trabayar na mina pola so implicación política. Volvió a sufrir detenciones y palices n’otres fuelgues y tuvo deportáu con otros compañeros fuera d’Asturies. Tuvo qu’escapar a Francia, d’onde volvió en 1966, anque siguieron les detenciones, les palices y la cárcel en diferentes momentos hasta la última detención, en 1977.
Anita Sirgo Suárez foi una de les víctimes de tortures na fuelga de 1962, fechos que xeneraron una fola de solidaridá y denuncia en tol Estáu y na comunidá internacional. A Anita prendiéronla col so home en Sama, cuartel onde sufrieron, con otros compañeros y compañeres, les palices y les tortures de Fernando Caro Leiva. Depués de rompe-y el tímpanu d’un oyíu por culpa de los golpes, Caro Leiva afaitó-y la cabeza a tirones a Anita con una navaya. Les palices siguieron de la mano de Claudio Ramos nel cuartel de Buenavista d’Uviéu. Anita nun dexó la so implicación política nel Partíu Comunista y tuvo qu’escapar a Francia. Al volver a Asturies siguió sufriendo estancies de dellos meses na cárcel, por exemplu, alredor de tolos Primeros de Mayu, siempre ensin xuiciu nin rexistros, hasta’l final de la dictadura.









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