Rubalcaba se niega a la apertura de cualquier debate sobre el futuro de la
Corona
Lunes, 22 de
abril de 2013
Por A.R.
Suárez - Canarias-semanal.org
El Secretario General de los socialistas españoles, Alfredo Pérez Rubalcaba,
se ha pronunciado como un decidido defensor del mantenimiento de la Monarquía,
en los debates internos que han tenido lugar en la cúpula del PSOE. En
ellos, Rubalcaba se ha posicionado en contra de cualquier tipo de
impugnación de la corona, pese a los numerosos escándalos de los que ha sido
protagonista el rey Juan Carlos en el curso de los dos últimos
años. Tampoco ha pesado sobre la opinión del actual Secretario General de los
socialdemócratas españoles, la imputación de la infanta Cristina, ni el
papel jugado en campo diplomático por la presunta amiga del
monarca. Tampoco el multimillonario hallazgo en los bancos suizos ha servido
para cambiar un ápice los criterios mantenidos por Rubalcaba al
respecto en la dirección de su partido. Al menos eso es lo que revelaba el
pasado domingo, 21 de abril, el periódico digital eldiario.es, una
publicación situada ideológicamente entre la "izquierda" del PSOE
y la derecha de IU.
Según el periódico digital mencionado, Pérez Rubalcaba se ha mostrado
radicalmente adverso a la apertura de un debate sobre el futuro de la Corona
en el seno de la dirección su organización. Utilizando su capacidad de presión
como Secretario General, Rubalcaba decidió que ese tema no figuraría en
el documento marco que la dirección del PSOE llevará a la Conferencia política
que tendrá lugar el próximo otoño. En el curso de ese evento los
socialdemócratas españoles tratarán de diseñar las "líneas matrices"
de un programa ideológico orientado a levantar la ilusión y el entusiasmo del
extenso ejército de votantes que tras las cunetas de la indiferencia o del
hastío. Que el debate sobre el futuro de la Corona no figurará en el documento
marco que la cúpula del PSOE llevará a la Conferencia Política de otoño, en la
que los socialistas quieren dibujar las líneas maestras de un programa
ideológico con el que volver a entusiasmar a los electores perdidos.
Paradójicamente, el economista socialdemócrata y profesor de la
Universidad de Sevilla Juan Torres López manifestó no hace mucho
tiempo su convicción de que Alfredo Pérez Rubalcaba era "una personalidad política
extraordinaria, de una gran formación y lucidez y de convicciones
socialdemócratas y progresistas que me parecen firmes y fuera de toda duda...sería un presidente de
gobierno capaz de poner en marcha medidas más cercanas al ideario socialista”.
Sin embargo, la tentativa de Rubalcaba de que el tema de la Corona
permanezca sometido a un fuerte blindaje en el transcurso de la conferencia
política, cuenta con algunos obstáculos. Izquierda Socialista y la
organización de las Juventudes del Partido han advertido ya que de impedirse su
tratamiento provocarán el debate sobre el tema aunque para ello tengan que
hacerlo a través de la vía de la presentación de enmiendas.
Pese al notorio desprestigio que la Monarquía española tiene tanto en
amplios ámbitos de la opinión pública de todo el Estado, como en los medios de
prensa internacionales, posiblemente la determinación de Rubalcaba
esté determinada por su percepción de que la caída de la monarquía no sólo
acabe con ella como institución, sino que terminaría arrastrando también a las
organizaciones políticas que participaron y fueron beneficiarias del artificio
político de la transición desde Régimen de Franco a la Monarquía
juancarlista. Quizá sea eso también lo que explique la “prudencia” y
“discreción” con la que la "izquierda" institucional ha
acogido el clamor creciente en la social española de acabar con esta
institución de carácter medieval.
El propio Cayo Lara, Coordinador de IU, suele pronunciarse con la
boca pequeña en relación con este tema. Ya hace dos años declaró en Las
Palmas que en España "era posible alcanzar el socialismo a
través de la Constitución monárquica". En aquella ocasión manifestó
con toda rotundidad su convicción de que "la mayoría de españoles
eran juancarlistas", y que habría que esperar a la desaparición física
del monarca para poder reclamar, con garantías de éxito, el restablecimiento de
la República.
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