miércoles, 24 de abril de 2013

EL CONSEJO DE ESTADO PIDE MANTENER EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA QUE LA ‘REFORMA WERT’ QUIERE SUPRIMIR

Sugiere que "procedería imponerla como obligatoria" para "velar por el aprendizaje de los valores democráticos"



REPÚBLICA / EFE / P.G. | MADRID Publicada el 24-04-2013

El Consejo de Estado pide en su dictamen sobre la reforma educativa impulsada por el actual Gobierno del PP que no desaparezca la asignatura de Educación para la Ciudadanía como prevé el texto que debe debatirse en el Congreso. El dictamen, al que ha tenido acceso Efe, afirma que "procedería imponerla como obligatoria -la citada asignatura- en algún momento" pues han sido numerosos los acuerdos y recomendaciones suscritos por España del Consejo Europeo y la UE para "velar por el aprendizaje de los valores democráticos (...) con el fin de preparar a las personas para una ciudadanía activa". Sobre uno de los puntos más polémicos de la Ley para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) para las comunidades con lengua propia, el que defiende que si un alumno pide las clases en castellano en un centro en el que no se oferta dicha opción, la autonomía deberá costearle las clases en un centro privado, los expertos del Consejo de Estado señalan que dicho aspecto "no debería figurar en la ley".

La reforma educativa que prepara el Gobierno tumba definitivamente la polémica asignatura de Educación para la Ciudadanía. La asignatura que ocupará el lugar de esta materia se llama Valores Culturales y Sociales en Primaria y Valores Éticos en Secundaria. Será la alternativa para los alumnos que no cursen Religión. “Ambas tendrán una carga horaria equivalente a la carga horaria media del resto de asignaturas ofrecidas en el bloque de asignaturas específicas”, reza el borrador de la futura ley.

El 31 de enero de 2012, Wert anunció que Educación para la Ciudadanía, que había sido muy contestada por la Iglesia católica y por el propio Partido Popular, sería sustituida por otra asignatura llamada Educación Cívica y Constitucional, que según el ministro estaría “libre de cuestiones controvertidas” y que “no será susceptible de adoctrinamiento ideológico”. Las asociaciones de padres católicos se mostraron de acuerdo con esta medida. Para defender este cambio el ministro alegó que era una asignatura partidista y sesgada, usando citas del libro “Educación para la Ciudadanía. Democracia, Capitalismo y Estado de Derecho” de Carlos Fernández Liria. La polémica surgió cuando saltó a la luz pública que dicho libro no era un libro de texto para estudiantes sino un conocido ensayo contra la asignatura.

La asignatura Educación Cívica y Constitucional fue presentada por el ministro el 24 de mayo de 2012. En ella, se eluden la homofobia o las desigualdades sociales y, en cambio, se incluye la denuncia del llamado “nacionalismo excluyente”, además de destacar la iniciativa económica privada “en la generación de riqueza” o el respeto a la propiedad intelectual. Pero, en el borrador que Wert presentó a finales de 2012 a las comunidades autónomas, ni siquiera hay rastro de esa nueva asignatura que se mantenía en la ESO y que no tenía “contenidos polémicos”, como dijo el ministerio que sí contenía EpC.

El pasado mes de diciembre, el Tribunal Supremo dictó una sentencia que defendía sin fisuras la asignatura de Educación para la Ciudadanía y destacaba que su contenido no supone un “adoctrinamiento lesivo” ni vulnera la libertad ideológica y religiosa, ni tampoco el derecho de los padres a que sus hijos reciban la formación religiosa y moral acorde con sus convicciones, garantizados por la Constitución en los artículos 16.1 y 27.3. El alto tribunal estimaba así el recurso planteado por la Junta de Andalucía, el Gobierno anterior y la Fiscalía, contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia andaluz que amparó a unos padres que discrepaban de un manual concreto de la asignatura de Educación para la Ciudadanía, por encontrarlo ‘adoctrinador’, ‘relativista’, y ‘peyorativo con el pensamiento cristiano, tomista y aristotélico’, además de plantear el tema de la homosexualidad ‘de forma sesgada’ y transmitir un concepto erróneo de familia.

El dictamen del Consejo de Estado está firmado por el presidente del Consejo de Estado, José Manuel Romay Beccaría, y por otros nueve miembros de esta institución, entre ellos la exvicepresidenta del Gobierno socialista María Teresa Fernández de la Vega; Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, uno de los padres de la Constitución, y el expresidente de UCD Landelino Lavilla.

  Fuente: www.republica.com

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