Hace 80 años que el
proletariado español intentó tomar el poder, pero las conmemoraciones pasan de
puntillas por la efeméride
La revuelta fue cruelmente
atajada en Asturias, el lugar donde más se cuida su legado
04/10/2014
- 20:42h
Los mineros asturianos, última revolución del proletariado en el siglo XX.
Octubre de 2014 supone
el 80 aniversario de la revolución española. Y no es que parezca importar
mucho. Duró poco y no cambió nada. Por eso, como proponen algunos autores,
quizá deberíamos rebajar el tono de la expectativa y cambiar "revolución"
por "insurrección".
Probemos. Se cumplen
80 años de la insurrección española... y no es que parezca importar mucho. Al
menos, no fuera de Asturias, el lugar donde se inició, donde estuvo en pie
durante 15 días y donde se reprimió con brutalidad. "No es que el tema
esté muerto, pero el tiempo pasa", opina pragmático Adolfo Fernández
Pérez, historiador y vicedirector de la Fundación José Barreiro.
"El recuerdo es
muy potente pero se ha ido diluyendo porque no quedó nada", explica
Fernández. "Si les preguntas a las nuevas generaciones sobre el 34, no
saben nada, como sobre muchas otras cosas. Yo a mis alumnos de Bachillerato
siempre les decía que Asturias es conocida fuera de España por su prerrománico,
la industrialización y la Comuna Asturiana".
Las huelgas generales
sacudían España durante los gobiernos socialista-republicanos de la Segunda
República, creando un clima de tensión prerrevolucionaria. En la cuenca minera,
en la Telefónica, en el comercio, en los bares, en los hornos, en Barcelona, en
Granada, en Pasajes, en Toledo… en 1934 España es un polvorín. Y en 1931
Trotsky lo vigilaba de cerca y lo alentaba en sus escritos: "Ahora le ha
llegado el turno a España".
El 'ochobre'
"Al atardecer del
día 5 [de octubre de 1934] salieron por todos los caminos de la montaña
emisarios de los comités revolucionarios anunciando para el día siguiente la
huelga general y la sublevación armada". Así narraba un año después José
Díaz Fernández en "Octubre rojo en Asturias" el estallido oficial de
la revolución socialista de 1934, una insurrección obrera que prendió en la
cuenca minera en Asturias como en ningún otro sitio.
Ese mismo día, el 5 de
octubre, entraban ministros de ultraderecha del partido CEDA en el gobierno
republicano del radical Lerroux, también de derechas pero moderado. Una excusa
para socialistas, sindicalistas, comunistas e incluso anarquistas ante un vaso
prácticamente colmado de profunda desilusión política de las masas, que
empujaron a los socialistas a rendirse en el Parlamento y apoyar las huelgas y
el proceso revolucionario de la clase obrera.
"Sin el
levantamiento revolucionario del proletariado asturiano, muy probablemente se
hubiera culminado con éxito la imposición de un Estado de corte fascista
utilizando la maquinaria del parlamentarismo burgués", escribe en 2011
Juan Ignacio Ramos, presidente de la Fundación Federico Engels.
La revolución fue
brutalmente aplastada dos semanas después por los mismos mandos militares que
dos años después se rebelarían contra el Gobierno, provocando la Guerra Civil,
cuyo resultado no es necesario recordar. Sobre lo que sí hay que volver es
sobre lo que no se habla: 1934. Asturias lo sabe y los homenajes a lo que allí
recuerdan como "el ochobre" toman forma de discretas mesas redondas y
actos conmemorativos. Como recuerda Adolfo Fernández, quien participará en
alguno de ellos, "1934 no está olvidado, pero sí muy reducido a la
investigación histórica. Parece inevitable, pero no es lo deseable".
Apuntalan la memoria
Cada año por estas
fechas, las organizaciones comunistas asturianas dejan flores como homenaje a
la joven militante Aída de la Fuente en el Parque San Pedro de los Arcos de
Oviedo. Es difícil que un asturiano no conozca la canción que la recuerda o no
sepa que fue asesinada mientras repelía, casi en solitario con una
ametralladora, el avance de las tropas de Franco sobre Oviedo. A este recuerdo
habitual, inscrito ya al calendario de la ciudad, deberían sumarse otros más
extraordinarios, y así es, pero no consiguen repercusión más allá del ámbito local.
La Fundación Andreu
Nin es de las pocas que se ha lanzado a la conmemoración de los 80 años, con
unas jornadas en Mieres y Langreo, escenarios de las revoluciones. Durante los
días 10, 11 y 12 de octubre se hablará sobre cómo se consiguió unidad mediante
el Bloque Obrero Campesino y la Alianza Obrera. También se rescatará la memoria
personal mediante la presencia de los descendientes de Marcelino Magdalena,
quien fue militante del Bloque Obrero Campesino en Mieres.
Uno de los libros de
memorias escritos por participantes de la revolución, el esencial "La
insurrección de Asturias" del minero, militante del BOC y
vicepresidente de la Alianza Obrera Manuel Grossi, será reeditado con un nuevo
prólogo escrito por Ernesto Burgos y presentado en Mieres por Germinal Grossi,
hijo del conocido como Manolé. Otra reedición para la ocasión es la del libro
de poemas sobre el '34 escrito por Alfonso Camín, El valle negro y que
tuvo que ser publicado desde México en 1938. Manolé y el resto de hombres y
mujeres que lucharon por la revolución recibirán un acto de homenaje floral en
Mieres el 12 de octubre.
Un Camus inédito sobre la revuelta
La organización
política Andecha Astur, que ningún año se olvida de celebrar el ochobre,
realizarán el día 12 un homenaje a Belarmino Tomás y el resto de
revolucionarios asturianos en el cementerio Pando de La Felguera. Tomás fue uno
de los principales cabecillas de la revuelta minera, y llegó a ser el
presidente del Consejo Soberano de Asturias y León. Su nieto, Jorge Belarmino
Fernández Tomás, narró su historia en la biografía de este
dirigente sindical, concejal y diputado.
La organización
juvenil Darréu (Mocedá d’Izquierda Soberanista) no se olvida cada mes de
octubre de convocar al Día de la Mocedá Revolucionario, que en esta ocasión es
el día 18, con un festival bajo el lema "Asturies
nun escaez".
Octubre de 2014 es la
efeméride también de los 101 años del nacimiento del escritor argelino-francés
Albert Camus. El Ateneo Libertario de Oviedo celebra la coincidencia con la
primera representación de la desconocida obra de agit-prop de Camus Revolta
dans les Asturies con un montaje de la
compañía teatral francesa TRAC. Ese libreto fue el primero escrito
por Camus, a los 22 años, junto a otros tres amigos del Teatro del Trabajo,
impactados por la insurrección armada de la cuenca minera. El montaje recorrerá
diferentes teatros asturianos y el Ateneo reforzará la conmemoración del 7 al
15 de octubre con proyecciones y
charlas.
Para conocer in situ los
acontecimientos de Oviedo, la Fundación Juan Muñiz Zapico propone una ruta guiada
el 5 de octubre con un mapa de qué sucedió en cada lugar clave de la cruenta
lucha en la capital. Cualquier día vale, no obstante, para revivir los pasos de
una revolución obrera que Asturias pedía que se extendiese al resto del Estado,
sobre todo en Cataluña, en los mismos días en los que el Gobierno de la Generalitat
intentaba, como hoy, proclamar el
Estado Catalán.
Fuente: www.eldiario.es
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