miércoles, 8 de octubre de 2014

CRECE EL MALESTAR EN EL PP Y EN EL GOBIERNO POR LA GESTIÓN DE MATO

En el partido creen que la ministra de Sanidad se irá cuando la crisis del Ébola esté controlada. Políticos, profesionales sanitarios y sindicatos piden su dimisión
ANA PARDO DE VERA Madrid 07/10/2014 17:04 Actualizado: 07/10/2014 17:29
Mato y el director general de atención primaria de la Comunidad de Madrid, Antonio Alemany, reunidos hoy en Sanidad. EFE/Zipi
A Ana Mato, el sonido de las voces que piden su salida del Gobierno no le es ajeno. Ni siquiera en su propio partido, donde llevan tiempo rumiando su descontento con la gestión de la "ministra fantasma" -no da entrevistas ni comparece en ruedas de prensa- y los 'fantasmas' de su relación con la trama Gürtel. Ahora, además, la ministra de Sanidad se enfrenta al peor de los escenarios al que puede hacer frente un miembro del Gobierno y apenas le quedan apoyos internos si no es el del presidente: una crisis sanitaria -que aún no admite públicamente- con una enorme repercusión internacional en un momento de gran debilidad de la imagen de España.
El malestar en el PP por la actuación de Sanidad y de la propia Mato en la crisis del ébola es creciente, según ha podido confirmar Público de varias fuentes, mientras que aumenta la convicción de que la ministra dimitirá en cuanto la situación esté controlada, porque su situación es insostenible y "no hay ya lealtad del presidente del Gobierno" que pueda justificar su continuidad en el puesto. Lo correcto, razonan los conservadores, es que Mato ponga su cargo a disposición del jefe del Ejecutivo y éste la deje ir. "Lo contrario no se entendería y es lo que se haría en cualquier país donde ocurriese algo similar", ilustran. Además, entra dentro de la más mínima coherencia, teniendo en cuenta que Mato pidió en 2009 la dimisión de la entonces ministra de Defensa, Carme Chacón, por la crisis de la gripe porcina. "Una ministra debe impedir que la enfermedad se propague o dimitir", advirtió la entonces dirigente del PP. En esta ocasión, no es que el ébola haya entrado en España -lo hizo bajo control garantizado en los cuerpos de los dos misioneros fallecidos traídos de Liberia-, sino que los fallos en el sistema han provocado su propagación.
Ana Mato se encuentra, por tanto, en una situación que sólo admitiría la salida del Ministerio si Rajoy "no fuera como es", advierten los conservadores, y sea capaz de aplicar a la titular de Sanidad el mantra que recomendó a Luis Bárcenas vía sms ("Sé fuerte") o a la mujer del extesorero ("La vida es resistir"). El presidente del Gobierno siempre ha estado muy agradecido a Mato por el apoyo que le brindó en su peor momento político, cuando perdió las elecciones generales en 2008 y un sector del PP encabezado por Esperanza Aguirre quiso acabar con su liderazgo, sin éxito. Es esa "lealtad personal" a la que hacen referencia integrantes del PP para explicar que Mato siga de ministra después de revelarse que la trama Gürtel pagó a ella y a su familia viajes y regalos; aparte de que su exmarido, el exalcalde de Pozuelo, Jesús Sepúlveda, haya sido parte de la propia trama cuando estaba casado con la hoy ministra.








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