UGT e Izquierda
Socialista ensalzan el legado del exdirigente del PSOE recién fallecido. Desde
la segunda fila, asesoró a los gobiernos de González y Zapatero e ideó un
sistema de educación público que choca frontalmente con la LOMCE del PP
IÑIGO
ADURIZ Madrid 18/10/2013 07:00
Antonio García
Santesmases, Carlos López Cortiñas, Cándido Méndez y Manuel de la Rocha, ayer,
en la presentanción del libro sobre Luis Gómez Llorente.I.A.
Nada.
Ni un mínimo atisbo de semejanza podría llevar a comparar la trayectoria vital
y profesional del exdirigente del PSOE, miembro de Izquierda Socialista,
sindicalista y profesor Luis Gómez Llorente, con la del hoy ministro de
Educación, José Ignacio Wert. Y precisamente, durante el acto de
homenaje al primero que tuvo lugar ayer por la tarde en Madrid se pudo
constatar la existencia de dos modelos antagónicos, los de ambos, en materia
educativa.
La
igualdad por la que luchó el socialista hasta el día de su muerte hace ahora
justo un año se quiso ayer poner en valor frente a la soledad del PP en
apoyo a una Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) que
segrega y que diferencia.
Su
sindicato, UGT, y su ya mencionada corriente de pensamiento dentro del PSOE,
Izquierda Socialista, volvieron a homenajear a Gómez Llorente con motivo de la
publicación del libro Luis Gómez Llorente: Educación pública y socialismo
(Catarata, 2013) que recopila las numerosas intervenciones de compañeros de
militancia y compromiso que se dieron cita el pasado 11 de diciembre en otro
acto en recuerdo del político, así como otros artículos en los que se repasa su
vida y obra.
Frente
al intento por acabar con los consejos escolares que se desprende de la
conocida como ley Wert, el secretario federal del área de enseñanza del
sindicato, Carlos López Cortiñas, quiso ayer recordar que para Gómez
Llorente la participación de la comunidad educativa en las decisiones de los
centros constituía un "elemento esencial de la democracia".
Insistía, además, según él, en la necesidad permanente de no incurrir en la
segregación como garantía para no romper un principio básico: el de la igualdad
de oportunidades.
Un "ideólogo
referente"
El
socialista, añadía a su lado el coordinador del libro y exportavoz de Izquierda
Socialista, Manuel de la Rocha, fue además el "ideólogo referente"
para prácticamente todos los ministros de educación socialistas, incluso hasta
la época de José Luis Rodríguez Zapatero como presidente, en la que se instauró
la Educación para la Ciudadanía, una de sus históricas reivindicaciones. Para
él, la enseñanza era "un instrumento de igualación social" y por
eso la reclamó siempre gratuita, que pudiera ser elegida por los padres -y
no que los centros les eligieran a ellos- y que facilitara escuelas
participativas.
Tanto
De la Rocha como otro de los fundadores de la mencionada corriente, el también
exdiputado Antonio García Santesmases con el que ha compartido la coordinación
del libro, realizaron además una extensa retrospectiva de la trayectoria de
Gómez Llorente desde sus primeros años de militancia en la Agrupación
Socialista Universitaria (ASU), que ayudó a fundar allá por el año 1956 y
su entrada en el PSOE, en 1958.
Este
activismo político en plena dictadura de Franco le costó incluso la cárcel. Tal
y como relató De la Rocha, fue juzgado por propaganda ilegal junto al
exministro de Economía Miguel Boyer, compañero de lucha de la época, y
condenado posteriormente a seis meses de cárcel por promulgar entre los
estudiantes el ideario marxista. Vivió, además, las resistencias de sus colegas
socialistas en el exilio -entonces, la mayoría- y "pudo ser el primer
ministro de Educación de la democracia", algo que nunca llegó a suceder.
Lejos del
"retablo"
Miembro
de la Ejecutiva del PSOE ya en 1979, en el 28 Congreso del partido, pudo
arrebatar el liderazgo político a Felipe González como representante del ala
más izquierdista y marxista del socialismo español, algo que nunca sucedió. Por
eso quizás, tal y como ha recordado Santesmases, desde principios de los
años 80 cuando se fundó Izquierda Socialista, y sobre todo cuando González
arrasó en las urnas en 1982, con su mayoría absoluta y sus 202 diputados, se
centró en la actividad sindical en UGT.
Se
dedicó entonces y lejos del "retablo", así llamaba él a la primera
línea de la política, a las políticas educativas. Mientras tanto secundaba las
manifestaciones de su sindicato contra la entrada de España en la OTAN o a
favor de las huelgas generales. Impulsó además la necesidad de que el
sindicalismo obrero pusiera en marcha una "batalla cultural", por
lo que ayudó a impulsar, por ejemplo, las actividades de la Escuela Julián
Besteiro donde ayer se le rindió homenaje.
Contra la "única
barrera de resistencia"
Tras
esos 14 años de Gobierno de González "de inmersión personal y de trabajo
intelectual", Santesmases recordó que Gómez Llorente vio ya en 2000,
con la llegada de Zapatero a la Secretaría General del PSOE, a una nueva
generación de socialistas. Fue entonces cuando proliferaron sus textos y reflexiones
acerca de la teoría educativa, la revisión de la Historia en la que según dijo
ayer el exdiputado se habían empeñado la derecha y los nacionalistas,
manifestándose en contra del "fundamentalismo" de la LOGSE y
reivindicando la laicidad del Estado y su propia visión de la identidad
nacional.
Así
siguió hasta el final de su vida, prosiguió Santesmases, que dio lectura a uno
de los últimos escritos de Gómez Llorente, en los que tras el cambio de rumbo
de la política económica de Zapatero vaticinó el intento de la derecha por
acabar con los sindicatos. "Doblegada la voluntad del Gobierno"
hacia los intereses de los mercados, "había que ir contra la única barrera
de resistencia que quedaba", lamentó.
Fuente: www.publico.es

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