La mitad de los estudiantes en situación socioeconómica desfavorable
pasan dos veces por el mismo nivel
La OCDE señala a España como el séptimo país de 61 en el que es más
probable que un alumno en desventaja social no promocione
La partida presupuestada para el año que viene en educación
compensatoria es de apenas 5,2 millones de euros, un 92% menos que en 2014
Los requisitos para acceder a las clases de apoyo se han endurecido en
los últimos años
05/10/2014 - 20:27h
Los
estudiantes que viven en entornos sociales desfavorables tienen más posibilidad
de repetir curso que el resto. / Horizontal.integration
Los alumnos y alumnas en
situación socioeconómica desfavorable en España tienen hasta tres veces más
posibilidades de repetir curso en la educación obligatoria que el resto de
estudiantes. Más de la mitad (53%) han pasado dos veces por el mismo nivel. Lo
dice un reciente
informe de la OCDE del que se ha hecho eco el Instituto Nacional de
Evaluación Educativa y que señala que los chicos y chicas de familias más
pobres no sólo tienen más dificultad para alcanzar cierto nivel de
competencias, sino que, a igualdad de competencias, están abocados a fracasar
más en los estudios que otros compañeros de familias con ingresos más holgados.
Pobreza y fracaso escolar son
dos variables cuya relación ya no pilla a nadie por sorpresa. Sin embargo, que
una lleve a la otra merece al menos una reflexión sobre cuál es el estado de la
red que se encarga de proteger a los más pequeños de caer en edades tempranas
en la desmotivación, la apatía y el desinterés por el aprendizaje.
Luis Esteban, director del CEIP
Francisco Arranz, apunta a causas multifactoriales. "Que un niño o niña no
vaya subiendo escalones con la misma rapidez que sus compañeros suele deberse a
una mezcla de factores, como una situación económica desfavorable o una
estructura familiar compleja, entre otros muchos".
En el centro que dirige,
situado en el distrito madrileño de Latina, 67 estudiantes de los 448 que hay
en las aulas están intervenidos por servicios sociales. Otros 32, cuya
situación es todavía peor, forman parte del proyecto que Ayuda en Acción está
desarrollando en el colegio. "Son núcleos de personas que están fuera del
sistema, que no tienen permiso de residencia, que trabajan sin contrato...",
describe Esteban.
En los últimos años, la pobreza
infantil se ha disparado hasta alcanzar cifras dramáticas. Si entre 2006 y 2008
la tasa bajó hasta situarse en el 26,2%, desde 2010 no ha dejado de escalar.
España es el segundo país de la UE con más niños y niñas afectados por
circunstancias de verdadera necesidad. Más de dos millones y medio de menores
(29,9%) viven en hogares con ingresos por debajo del umbral de la pobreza
relativa, según datos de
Eurostat recogidos por el informe de Save the Children de principios
de año, y el 33,8% están en riesgo, una cifra que sobrepasa en cinco puntos la
media europea (28%).
"Las circunstancias tan
difíciles que viven en casa afectan y mucho a su actitud en la escuela. Muchos
pasan solos la tarde porque sus padres trabajan con horarios imposibles que,
sin embargo, aceptan porque es lo único que tienen. Otros ven a sus familiares
en paro, con muchos problemas para salir adelante", indica. Estos
estudiantes no tienen motivación ni expectativas de futuro porque el núcleo
básico, que es el familiar, no puede alimentar sus ilusiones.
En estos casos, que en los
últimos años se han multiplicado, la educación compensatoria es el bote
salvavidas que puede rescatar a los alumnos y alumnas de la exclusión social.
Pero ese chaleco de emergencia apenas puede ya salir a flote. La partida de
educación de los Presupuestos Generales del Estado de 2015 dedicada a programas
especiales de apoyo es de poco más
de 5 millones de euros. En 2014 fueron 70, lo que representa un
recorte de más del 92% de los fondos. En 2012 esa misma partida sumaba 169,8
millones de euros.
"Con 27 estudiantes por
clase, aunque hacemos esfuerzos ingentes por atender las necesidades de cada
uno, resulta imposible prestar una atención extra a los que tienen más
dificultades. En el cole contamos hoy con una sola maestra de compensatoria y a
media jornada. Y con eso, apáñate", dice Esteban. Los requisitos para
poder acceder a estos programas, que velan por garantizar el acceso, la
permanencia y la promoción en el sistema educativo del alumnado en situación de
desventaja social, son cada vez más rígidos.
Un
acceso cada vez más restringido
"Hasta hace dos años, en
las clases de compensatoria estaban los estudiantes con desfase curricular de
al menos dos años, los alumnos que viven en entornos desfavorecidos y los que
tienen problemas en el dominio del lenguaje. Ahora, la Comunidad de Madrid sólo
permite apoyar al alumnado con desfase del currículo. El resto queda a su
suerte y, a medida que pasan los años, la distancia que los separa de sus
compañeros es cada vez mayor", denuncia el maestro.
Hacer esta criba, opina Luis,
"significa que estamos ante un sistema poco preventivo, que sólo actúa
cuando el estudiante ya se ha descolgado". En este estadio, ya es mucho
más complicado que recupere el ritmo del resto de compañeros y casi la única
salida que ofrece el mismo sistema que le desprotege es la repetición de curso.
Según el informe de la OCDE, es precisamente esta falta de equidad en el acceso
a apoyos tempranos uno de los factores que determinan el porcentaje de
estudiantes que no promocionan.
En España la tasa de alumnos y
alumnas que cursan dos veces el mismo nivel es muy superior a la de otros
países europeos. Casi uno de cada tres ha repetido durante su etapa en la
educación obligatoria, una cifra que está por encima del 12% de media en
Europa. Además, es el séptimo país de la OCDE –de un total de 61– en el que es
más probable que un estudiante con dificultades socioeconómicas no promocione y
el único de todos los examinados por el organismo internacional –junto con
Bélgica– en el que el porcentaje de repetición ha aumentado en los últimos
años. La tendencia en el resto es precisamente la contraria porque, como
explica el estudio, "no está claro si retener a los estudiantes en el
mismo curso mejora su comportamiento y su relación con la escuela".
¿Repetir
curso es siempre efectivo?
En este sentido, Esteban cree
que el hecho de obligar a un alumno o alumna a volver a pasar por un curso sólo
es necesario en niveles tempranos, cuando lo que está en juego es el
aprendizaje de las competencias básicas (lectura, escritura y aritmética).
"En cursos más altos, los chicos y chicas ya tienen herramientas para
aprender, por lo que aquí lo que está fallando son otras cosas a las que no
siempre miramos, como la motivación, la ilusión, las expectativas de
futuro...", explica. "En estos casos, añade, repetir implica separar
del grupo e incluso estigmatizar, lo cual es negativo siempre para el
estudiante. El sistema tiene que flexibilizarse y mirar más allá de las habilidades
intelectuales".
En el CEIP Francisco Arranz,
seis alumnos y alumnas repitieron 2º de Primaria porque, asegura Esteban,
"no contaban con la base del edificio sobre el que construir el
aprendizaje"; cuatro cursaron de nuevo 4º y sólo uno se quedó en 6º.
"En el último curso vemos a chavales que ya están en otro mundo, muy
separados del resto de estudiantes de su edad en muchos aspectos, pero no por
eso siempre es deseable retenerlos en la escuela un curso más", añade. El
estudio de la OCDE se atreve a apuntar que en algunas ocasiones se echa mano de
la repetición de curso "no tanto para ayudar al alumnado que queda atrás,
sino como una forma de castigo para sancionar su mal comportamiento".
Porque mejorar el rendimiento
académico no es lo único y más importante que se aprende en las aulas. Y aunque
la LOMCE lleva esa marca en la frente, los que trabajan con tiza y pizarra
insisten: "No nos obsesionemos con las notas. Lo fundamental es que los
chavales estén felices e integrados, que extendamos vínculos y puentes con
ellos. Y para lograrlo la premisa es que todos tengan las mismas oportunidades
Fuente: www.eldiario.es
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