"Pero, ¿de qué legalidad hablan?"
Miércoles, 1 de octubre de 2014
CORONEL AMADEO MARTÍNEZ INGLÉS /
CANARIAS-SEMANAL.ORG.- Sí,
sí, amigos ¿de qué legalidad mancillada, conculcada, vilipendiada, atacada…
habla esta gente? ¿De qué legalidad habla, por ejemplo, con una voz y una
pose propios más bien de una "seño" de primaria, la "niña",
la juvenil vicepresidenta del Gobierno del caduco Rajoy cuando se dirige
a los españoles, después de presidir (es un decir) el Consejo de ministros y a
retranca de los hechos y palabras del president Mas, para decirnos muy
bajito que este señor es muy malo, se está saltando la ley a la torera, está
poniendo en serio peligro la unidad de España y si sigue así acabará siendo
perseguido por "el hombre del saco" y arrojado a las
tinieblas?
¿De qué
legalidad habla continuamente (su trata-traca repuntó espectacularmente el
pasado verano cuando hacía manitas con la füher Merkel, alcanzó su
apogeo hace solo unos días tras lamerles el culo político, con perdón, a los
altos dirigentes chinos y en la mañana de hoy lunes 29 de Septiembre ha vuelto
a las andadas, sin preguntas, por favor) el señor jefe de la anterior, el
abortista sobrevenido (cuidado con los obispos, Mariano) y todavía presidente
del Ejecutivo, señor Rajoy, que lleva meses y meses sin hilvanar una
sola frase, por pequeña que sea, que no lleve inmerso en su seno el respeto
escrupuloso a la Ley en general y a la suya en particular?
¿A qué legalidad se
refiere también, al unísono y siguiendo directrices de lo alto, la
"canalla mediática" española que, conociendo desde hace meses la
que se nos venía encima, ha estallado este fin de semana pasado en una orgía de
descalificaciones perversas, insultos groseros, improperios rebuscados y
amenazas surtidas contra todo lo que huela a catalán, incluyendo, por supuesto,
a la bestia negra que dirige en estos momentos la Generalitat, a todos y cada
uno de sus consejeros, ayudantes, asesores y colaboradores y, también, a los
cabezas de lista de todas las fuerzas políticas que secundan su "alocada
aventura secesionista"; o sea, a la amplia cohorte de traidores que en
estos momentos atentan contra la sagrada unidad de la sempiterna España?
Y qué legalidad
tienen in mente, por último, los numerosos ciudadanos, muchos de ellos de buena
fe o autoengañados y otros muchos evidenciando un arraigado analfabetismo
funcional que les corroe por dentro, que llaman a diario a determinados medios
de comunicación (oficiales y de la derecha católica) echando espuma dialéctica
por la boca y gritando a pleno pulmón en cuanto les dejan (que es casi siempre)
aquello tan manido y propio de otra épocas que dice: ¡Que nos quieren romper
España!?
Pues sí, sí, amigos
¿de qué legalidad habla toda esta gente? Pues según todos los indicios
parece ser ¡cosas veredes, Sancho! Que en el colmo de la desvergüenza, el
cinismo, la caradura de titanio, y el afán de tomar el pelo al personal, todos
estos probos ciudadanos patrioteros de a pie que acabo de mencionar, el todavía
presidente del Gobierno, señor Rajoy, su niña política la angelical
"Vice" (¡menuda vicepresidenta en funciones de presidenta del
Ejecutivo y ministra de Justicia, menos mal que no nos ha declarado la guerra
estos últimos días el peligroso EA, Estado andorrano, nada que ver con el EI de
los barbudos yihadistas que bastante tienen con aguantar a diario el bombardeo
de todo dios!), y la panda de plumas de alquiler, periodistas de carnet y sin
él pero con mucha cara, mensajeros del desastre y lameculos del poder de toda
índole tanto en papel como en digital…se están refiriendo, cuando hablan de
respetar las sacrosantas leyes de este Estado corrupto en el que vivimos y la
modélica Constitución del 78 ¡toma ya! ¡a la superlegalidad a
nivel nacional surgida en este país el 18 de julio de 1936 por cuenta de la
entrepierna de un militarote africanista, desleal y genocida, que se alzó en
armas contra la única y verdadera legalidad de entonces: la Segunda República
española! Desencadenado con semejante acción criminal una pavorosa guerra
civil y una silenciosa represión posterior que mató a medio millón de
españoles, envió al exilio a otros quinientos mil, hirió a más de un millón
(casi la mitad con secuelas irreversibles) y devastó y empobreció para décadas
al país entero. Ordenamiento legal golpista propiciado por el singular
cafre castrense (el tal Franco) a cuyas órdenes trabajó en su día como
ministro ¡qué curioso! El insigne fundador del democrático Partido
Popular de nuestros días y que, con el maquillaje pseudo democrático
pertinente, ha durado hasta nuestros días debiendo ser respetado por todos los
españoles y, no digamos, por los catalanes. Y el que no lo haga
¡hala! Al TC (Tribunal Coyuntural), que ya se encargará de paralizar
cualquier desvío inconveniente del mismo, castigando de paso a los traidores a
la patria.
Aunque pensándolo bien,
quizá todos personajes y personajillos de la política y de la calle que acabo
de citar, se refieran a la legalidad representada estos últimos años (hasta
junio pasado) por el monarca Juan Carlos I de España (y II de La Moncloa)
que fue nombrado a dedo por el dictador africanista "heredero a título de
rey" (no le otorgó el de Papa porque no le salió de donde todos sabemos),
un redomado sinvergüenza que nos hemos debido tragar los españoles casi
cuarenta años y que ha hundido a este país en la pobreza y la corrupción más
absolutas; y a la institución por él representada en el descrédito y la
animadversión de la mayoría de sus ciudadanos.
O tal vez la
legalidad a cumplir por todos los catalanes (incluido el presiden Mas), a ojos
de nuestros dirigentes políticos y sociales, sea más bien la que lleva tras de
sí el nuevo monarca Felipe VI, el Breve, colocado a traición este verano en la
cúpula del Estado por el detestable binomio Rajoy- Rubalcaba, un NI-NI
VIP (que ni estudia ni trabaja, solo viaja y lee papelitos) y al que, parece
ser, lo que le gustaría en realidad es ser un top model (masculino claro, que
yo no sé como se las gasta con la Leti) al servicio de algún sastre militar de
renombre ubicado en Zaragoza (los hay muchos y muy buenos) vista la cantidad de
uniformes militares que se marca últimamente y el salero que pone al saludar
reglamentariamente al personal.
Pues voy a terminar
recordando un viejo refrán español muy conocido: "El que roba a un
ladrón, tiene cien años de perdón". Pues aquí y ahora, en este
preocupante e histórico otoño que hemos empezado a vivir todos los españoles,
yo me voy a permitir impartir sentencia con otro muy parecido: "El que
desobedece las leyes ilegítimas e ilegales de un Régimen de naturaleza
golpista, no solo tendrá el perdón asegurado sino la gratitud y el
reconocimiento de millones de españoles que llevamos años luchando contra
él" Ya se sabe, y pongo punto final: "Los enemigos de mis enemigos
son mis amigos".
Fdo: Amadeo Martínez Inglés
Coronel. Escritor. Historiador
Fuente: www.canarias-semanal.org
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