sábado, 19 de octubre de 2013

LA OPERACIÓN BEBÉ INVESTIGA SI 10 NIÑOS FUERON ROBADOS EN LUGO

La jueza caso citó a 14 personas y está levantado el secreto de sumario
Lugo / La Voz  19 de octubre de 2013  05:00

Al menos diez recién nacidos pudieron ser quitados a sus madres en la última década en Lugo. De eso va la operación Bebé abierta en un juzgado de la capital y que, por el momento, se limita a la toma de declaración a diversas personas en calidad de testigos. No hay imputados. La Xunta dice que la actuación de sus servicios de menores fue totalmente correcta, pero el grupo de abogados que defienden a los padres y madres biológicos ya han recurrido la citación como testigos de algunas personas, entre ellas funcionarios del aludido departamento, y plantean que intervengan como imputados.
La jueza del caso citó a 14 personas para la pasada semana. No declararon en su mayoría debido al recurso de los letrados.
La causa está rodeada de una fuerte polémica. Está levantado el secreto de sumario. Hay decenas de tomos, pero la instructora no les ha dado traslado a las partes, lo que le ha supuesto la interposición de nuevos recursos.
Obligadas a firmar
La operación tiene vinculaciones con la Carioca. Fue durante esta cuando algunas madres, con trabajos en clubes de alterne, relataron cómo se habían visto obligadas a firmar la entrega de sus bebés para luego ser dados en adopción a algunas familias. La jueza que instruía la trama de los burdeles optó por desviar todos aquellos testimonios relacionados con bebés a otro juzgado que tenía abierta una causa especial.
Lituana
Los testimonios de algunas madres son aterradores. El último del que se tuvo constancia fue del de una mujer lituana, madre de una niña de 6 años a la cual consiguió traer a España. Trabajaba de bailarina en un par de clubes de alterne y se quedó embarazada.
Según su testimonio, apareció un ciudadano ruso que la acabó llevando a un hogar de monjas de Lugo donde le quitaron el pasaporte y el móvil y no le permitían salir. Allí, dos semanas antes de dar a luz le comenzaron a hablar de que debería dar a su hijo en adopción. «Una monja me dijo: Hay dos familias interesadas en llevar a tu hijo, pero una paga más», indicó.
Cuando le llegó la hora de ir al hospital, le devolvieron el pasaporte. Al nacer su hijo ni tan siquiera se lo dejaron ver. «Me dijeron que era un varón y que pesaba cuatro kilos. Al día siguiente vinieron de Menores para que firmara los papeles de adopción», explicó la madre. Contó que lo hizo porque se sentía amenazada por un «varón ruso» que la amenazó varias veces con que le mataría a su hija de seis años si no accedía a entregar el niño.
La jueza del caso apreció indicios de amenazas, pero consideró que el asunto había prescrito porque los hechos son del 2003. Los abogados dicen que no hay prescripción hasta que el menor alcanza la mayoría de edad.


















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