viernes, 25 de octubre de 2013

TIEMPOS DE CRUCIFIJOS EN LA ESCUELA


24 de octubre de 2013
Eran tiempos en los cuales se decía que el verso y la letra con sangre entra, o quien bien te quiere te hará llorar, tiempos grises en los cuales los hijos de los obreros se tenían que conformar con la enseñanza primaria en la mayoría de los casos, siendo escasos aquellos que llegaban a la universidad, tiempos en los cuales la religión y el Espíritu Nazional del Movimiento eran las asignaturas más importantes, todos debíamos ser buenos cristianos y sobre todo buenos patriotas… Para lo primero se rezaba todos los días, al empezar la mañana y en la hora del “ángelus” para lo segundo estaba el machaconeo constante, adoctrinamiento en las clases de historia, de religión, de geografía o de lengua castellana y en muchos casos brazo en alto “cara al sol con la camisa nueva, que tú bordaste en rojo ayer…” Debo decir que yo nunca llegue a cantarla, no porque fuese más chulo o valiente que nadie, en Pinarejo, no recuerdo que se cantase, en Ibiza, era ya por entonces un lugar que servía de escaparate a la dictadura y hubiese dado mala imagen ante los turistas internacionales, de eso me libre, no así en otras partes de España.

Las escuelas las presidia el crucifijo, a los lados las fotos en blanco y negro del fundador de Falange y del dictador, padrino de su católica majestad, a principios de los años 80 todavía en alguna escuela quedaban los retratos, a los cuales se les había unido el del Borbón, una vez retirados los símbolos fascistas, fueron muchos los padres que intentaron con poco éxito la retirada del crucifijo, un símbolo que pertenece a una determinada religión, la mayoritaria sí, pero que hoy no puede decirse con los datos en la mano que España sea un país católico, en teoría el 70% de los españoles se declara católico, pero solo un 15% pisa la iglesia de manera habitual, mientras que un 55% no la pisa como no sea por una ceremonia familiar, quedándose en muchos casos en los bares del contorno. El interés de los españoles por la supervivencia de la Iglesia católica queda demostrado con el número de españoles que marcan la casilla en favor de la Iglesia Católica, menos de un 35%, cuando no por ello van a pagar más y a pesar de la publicidad en los medios de manipulación masiva, mientras que en otros países quien quiere contribuir a subvencionar cualquier religión debe pagar una cantidad aparte de los impuestos que tocan, caso de Alemania.

No soy yo quien prohíba ninguna religión, creencia o decisión, de adorar a Cristo a un tótem siux, pero pienso que yo no debo estar obligado a pagar unos espectáculos a los cuales no asisto, como dicen en mi pueblo, cada cual que se pague sus propios vicios. Pero mucho menos me parece de recibo que sea la Iglesia católica o cualquier otra secta o religión quien tenga la potestad de marcar la educación de mis hijos, que les roben horas lectivas de matemáticas o humanidades para lavarles el cerebro con una doctrina que ni ellos mismos creen. Que eliminen educación para la ciudadanía en la cual se inculcaban valores éticos y de respeto a las diferencias por supuestamente adoctrinar a los jóvenes y en su lugar impongan la religión católica como asignatura obligatoria o en su defecto una asignatura basada en la moral judeo cristiana de esa misma religión.

Tampoco soporto que mientras se despiden a profesores a diestro y siniestro y se desmantela la enseñanza pública se aumente la subvención a los colegios religiosos, además se les asignarle subvención a los colegios donde se discrimina a los alumnos por razón de sexo, algo prohibido por la virgen violada que es la presunta constitución “democrática”, de 1978.

Este año pasado más de cien mil alumnos se quedaron sin poder acceder a la universidad por culpa de encarecimiento de las tasas universitarias, esta semana hemos visto como muchos que pagaron los dos primeros plazos de las tasas no han podido hacer frente al tercer plazo, es una auténtica vergüenza, que se les impida examinarse por no tener dinero por culpa de los ladrones que se han llevado el dinero a Suiza u otros paraísos fiscales, mientras que el poco dinero que todavía no han robado se lo den a la Iglesia como si fuesen uno de esos personajes galdosianos que intentan comprar un rinconcito en el cielo.

Eran tiempos grises, de retratos de fascistas y crucifijos en la escuela, esos tiempos han “werto”. De nuevo son pocos los hijos de los obreros que podrán acceder a la Universidad, no por falta de cualificación o conocimientos, tampoco aquellos que accedan tienen asegurado el poder terminar, ni aquellos que terminen el poder darle utilidad, al menos en España, a los conocimientos adquiridos, eran tiempos grises que ahora se pintan de negro.
 Autor : Paco Arenas





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