La fecha del 9 de noviembre marca el inicio de curso. Las cartas están
casi todas sobre la mesa: a finales de septiembre ley de Consultas al Parlament
e inmediatamente el Gobierno de Rajoy la lleva al Constitucional y pide la
suspensión cautelar, cosa que con toda seguridad hará este organismo
monárquico. Mas ya ha dicho que habrá consulta pero que no transgredirá la ley:
un intríngulis imposible, habrá que optar. ¿Alguien duda que ante la disyuntiva
Mas decidirá acatar al Constitucional? Nosotros no. La única posibilidad es
mantener la movilización para que CiU pague muy cara la decisión de liberarse
del compromiso.
Pero este verano ha sido también el de las urgencias saturadas de los hospitales públicos catalanes, las luchas en los de Bellvitge o de Viladecans para garantizar una prestación de calidad, contra una política destructora del sector público en beneficio de la sanidad privada. Y ésta es también la lucha del 9 de noviembre, así como la defensa de la enseñanza pública, y otras tantas luchas esenciales para defender el derecho del pueblo a decidir la libertad.
¡Sin la clase obrera no habrá autodeterminación nacional!
Hay quién defiende primero la independencia, si hace falta
detrás de CiU y Mas porque después ya construiremos la Catalunya que queremos.
Y argumenta: no nos dividamos.
Pero nosotros respondemos:
1) que el bloque tras la burguesía catalana no es ninguna
garantía, como lo han demostrado en el pasado Cambó y compañía. La burguesía
catalana antes que nada es burguesía y sólo después –si le conviene- catalana.
CiU no romperá con las instituciones monárquicas porque están unidos a los
intereses de Repsol, la Caixa... ;
2) y ¿Quién divide el país cada día? ¿No es esta derecha de
CiU la que hunde nuestra sanidad y la escuela pública? ¿Que ejecuta órdenes de
desahucio que traen el sufrimiento a familias catalanas? ¿La unidad de Felip
Puig con los intereses de la patronal en contra de los puestos de trabajo y los
salarios como hemos visto con la huelga histórica de Panrico?
La lucha por la libertad nacional va unida a la lucha por un puesto de trabajo, por la defensa del salario, de una vivienda digna, de la sanidad y la educación pública, porque... no habrá lucha unida como pueblo si no hacemos nuestra la lucha de los sectores más oprimidos y de la lucha de la clase trabajadora. La unidad de los de abajo será la que hará posible una República Catalana. Para retomar el referente de la lucha contra el franquismo, que también lo fue por los derechos nacionales, y esta lucha se hacía en barrios de Cornellà o de Badia a menudo en castellano.
Abolir la Monarquía
La lucha por la libertad nacional va unida a la lucha por un puesto de trabajo, por la defensa del salario, de una vivienda digna, de la sanidad y la educación pública, porque... no habrá lucha unida como pueblo si no hacemos nuestra la lucha de los sectores más oprimidos y de la lucha de la clase trabajadora. La unidad de los de abajo será la que hará posible una República Catalana. Para retomar el referente de la lucha contra el franquismo, que también lo fue por los derechos nacionales, y esta lucha se hacía en barrios de Cornellà o de Badia a menudo en castellano.
Abolir la Monarquía
Con la defensa del derecho de autodeterminación de Catalunya
también se cuestiona el futuro de la Monarquía. Y éste es un objetivo que
precisamos no sólo para hacer posible
una República Catalana sino también porque es una necesidad del resto de los
pueblos y de los trabajadores/as del Estado. Por eso es urgente que las fuerzas
políticas y sindicales alternativas de todo el Estado se impliquen claramente
en el proceso para ayudar a hacer posible que se identifique el voto del 9-N
como un paso en la libertad de los pueblos para acabar con la Monarquía que nos
impuso Franco. Necesitamos que el SAT y la CUT de Andalucía, que LAB y Bildu de
Eskalherria, que las fuerzas que hicimos posible Iniciativa Internacionalista,
Podemos e IU se impliquen en una campaña estatal a favor del derecho a decidir
de los pueblos, contra la Monarquía.
Para nosotros que somos internacionalistas, la República Catalana es una necesidad para romper con el estado monárquico y su centralismo, no una voluntad de separarnos del resto de trabajadores/as y de los pueblos del estado. Queremos una relación estrecha y solidaria de pueblos y repúblicas libres y en pie de igualdad, empezando por aquellos con quien compartimos la lengua, pero también con el resto decidiendo formas de federación de repúblicas. Queremos una República catalana que dé trabajo, trabajo digno, vivienda, servicios públicos... por eso hay que tomar medidas contra el capitalismo y la Unión Europea, avanzando hacia el socialismo: empezando por no pagar la deuda pública, nacionalizar la banca y poner estos recursos en un plan de emergencia que cambie la situación y nos permita, a los de bajo, superar esta crisis en que nos ha metido el capitalismo.
Para nosotros que somos internacionalistas, la República Catalana es una necesidad para romper con el estado monárquico y su centralismo, no una voluntad de separarnos del resto de trabajadores/as y de los pueblos del estado. Queremos una relación estrecha y solidaria de pueblos y repúblicas libres y en pie de igualdad, empezando por aquellos con quien compartimos la lengua, pero también con el resto decidiendo formas de federación de repúblicas. Queremos una República catalana que dé trabajo, trabajo digno, vivienda, servicios públicos... por eso hay que tomar medidas contra el capitalismo y la Unión Europea, avanzando hacia el socialismo: empezando por no pagar la deuda pública, nacionalizar la banca y poner estos recursos en un plan de emergencia que cambie la situación y nos permita, a los de bajo, superar esta crisis en que nos ha metido el capitalismo.
11 septiembre de 2014
Josep Lluís del Alcázar
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