Las pantagruélicas comilonas del poder
político, el económico y el judicial
Lunes, 3 de noviembre de 2014
ADAY QUESADA / CORRESPONSAL DE
CANARIAS-SEMANAL.ORG EN MADRID.- A mediados del pasado mes de
octubre, el ex ministro del interior y exsecretario general del PP,
Acebes, disfrutaba almorzando discretamente en el reservado de una peña
gastronómica de Madrid. Iba acompañado de Manuel Marchena –actual
presidente de la sala segunda del Tribunal Supremo–, de Pedro Calvo
–ex responsable de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid–, Alfonso
Carrascosa –propietario de la famosa firma Legalitas que tan
prolijamente se anuncia desde la cadena de emisoras de la COPE. Hasta
aquí podría resultar todo casi "normal", si entendemos
por "normal" la feliz relación entre individuos que ejercen o
han ejercido diferentes funciones en el poder ejecutivo, legislativo y el mundo
de los negocios multimillonarios.
La coincidencia no
hubiera llamado la atención de nadie si no se hubiera producido un incidente de
tráfico entre los escoltas de un coche oficial y un conductor. Lo cierto es que
el incidente permitió que varios sujetos indiscretos y posiblemente adscritos
al rojerío, descubrieran que allí se estaba celebrando un almuerzo
gigantescamente pantagruélico. Según cuentan los entrometidos sujetos que
dieron el chivatazo sobre la comilona, sobre la enorme mesa se dibujaba el siguiente
panorama: una fuente con casi dos kilos de angulas, otra de percebes y
una botella magnum de Petrus que cuesta más de 2.000 euros. Y de plato
fuerte, un descomunal chuletón de Ávila por cabeza. Una comida de nada,
vamos. De esas que suelen servirse en cualquier hogar de este país.
La verdad es que resulta
dificil imaginar que era lo que podia celebrar alli Angel Acebes, el ex brazo
derecho incorrupto del presidente Aznar. Unas horas despues
se conoceria que el juez Ruz decidió proceder a su imputacion por
comprar acciones en el ultraderechista "Libertad Digital" con
dinero de la Caja B del Partido Popular.
En cualquier caso, esta deslumbrante estampa
gastronómica puede servirnos de ejemplo a quienes ya hemos perdido el
trabajo, la casa y las pocas esperanzas que nos quedaban, de que no
nos encontramos solos en las penurias, que nuestros prohombres
institucionales comparten con los menesterosos las carencias y miserias en la
que nos ha metido esta maldita crisis.
Fuente: www.canarias-semanal.org
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