Artículos de
Opinión | Francesc Casadó | 24-08-2013 |
En época
estival, por norma, olvidamos aquellas responsabilidades a las que estamos
obligados durante el resto del año e incluso nos permitimos cometer algún
exceso. Algo parecido sucede con la información publicada en los mass media,
fue el año pasado durante la última semana de junio cuando algunas noticias
nacionales pusieron a prueba los poderes ejecutivo, legislativo y judicial:
· Carlos
Divar, entonces presidente del Consejo General del Poder Judicial, dimite como
magistrado tras ser denunciado por gastar dinero público en viajes a Marbella.
· La crisis
del grupo financiero Bankia, su salida a bolsa y posterior nacionalización
ordenada por Rodrigo Rato, quien fuera superministro con Aznar y presidente del
Fondo Monetario Internacional.
·
Hostigamiento de las patrulleras inglesas a los pescadores gaditanos que
faenaban en aguas del Peñón, el ejecutivo español, representado por el rey y el
ministro del Interior, se desplazó a Algeciras para apoyar la labor de la
Guardia Civil en defensa de nuestras naves, el motivo del acoso británico sería
una ley de 1991 que veta las artes de pesca que utilizan los españoles pero es
permitida por la normativa europea.
El
sorprendente tándem noticioso con los poderes del Estado como protagonistas se
repite este año durante la última semana de julio:
· Error del
monarca marroquí al indultar al pederasta español que figuraba en la lista de
presos que debían ser trasladados a España para continuar cumpliendo condena,
provocando una reacción de cólera popular que evidencia las debilidades
jurídicas de ambos países.
·
Comparecencia del presidente Mariano Rajoy en el Congreso para aclarar los
supuestos cobros en dinero negro de parte de la ejecutiva del Partido Popular y
el intercambio de SMS con Barcenas después de ser publicada la contabilidad
secreta.
· Gibraltar
lanza 70 bloques de hormigón con puntas de acero en un caladero de la Bahía de
Algeciras con la intención de inutilizarlo para la pesca de la flota española.
El ejercicio de la soberanía británica sobre aguas del Mediterráneo que España
reivindica como propias ha decidido a pescadores y gobierno protestar, unos con
sus embarcaciones y otros ante los tribunales internacionales por lo que
consideran un acto de ilegalidad territorial y medioambiental. Gibraltar es la
última colonia que queda en Europa y está incluida en la lista de territorios
pendientes de descolonizar elaborado por Naciones Unidas, según este organismo
el Peñón, como ocurre con Andorra, es un paraíso fiscal para los bancos,
empresas multinacionales y la mafia, un auténtico "nido" de
ilegalidades.
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