Estudio sobre nuevos autoritarismos y procesos de fascistización
Artículos de Opinión |
Análisis Madrid 15M | 11-09-2012
¿Hasta qué punto la situación política actual favorece
actitudes (una subjetividad política) que podrían ser síntomas de nuevas
formas de autoritarismos y fascismos?
Pensemos en
un perfil joven y de clase media. Personas que han vivido “el milagro
económico” y que tienen (o han tenido) la pretensión de triunfar
profesionalmente en su vida. Desde nuestro punto de vista, la crisis
puede suponer la transformación de la imagen que tienen de sí mismos y
de sus expectativas (en relación con la ideología neoliberal que ha
imperado durante las últimas décadas), pero en vez de llevarlos a
cuestionar la realidad con vistas a transformarla colectivamente, se han
aferrado más fuerte a una postura individualista, competitiva,
jerárquica y autoritaria. Esta postura se vincula fácilmente a ideas
como “sólo hay una salida”, “no es momento de debatir, esto es demasiado
grave”, “hay que gestionar el país como una empresa”, “hemos vivido por
encima de nuestras posibilidades”, “no podemos permitirnos asistencia
sanitaria a todo el mundo”, “sanidad y educación para quienes puedan
pagársela”, etc.
En definitiva, esta actitud:
- se siente cómoda con discursos abstractos y poco matizados como “todos los políticos son iguales”, “este país es una mierda”, “hay que irse de aquí”…
- reduce la política a un conjunto de soluciones técnicas a problemas socioeconómicos graves (empleo, inmigración, etc.) y la realidad social a hechos consumados, es decir, a algo que ya está dado y que no se puede cambiar.
- niega lo político, el diálogo y la deliberación, y tiende a confiar en soluciones prefabricadas para situaciones que se consideran inmutables.
- se siente cómoda con discursos abstractos y poco matizados como “todos los políticos son iguales”, “este país es una mierda”, “hay que irse de aquí”…
- reduce la política a un conjunto de soluciones técnicas a problemas socioeconómicos graves (empleo, inmigración, etc.) y la realidad social a hechos consumados, es decir, a algo que ya está dado y que no se puede cambiar.
- niega lo político, el diálogo y la deliberación, y tiende a confiar en soluciones prefabricadas para situaciones que se consideran inmutables.
¿Hasta qué
punto estas actitudes constituyen formas de fascismo que actúan tanto a
un nivel micro (en la vida cotidiana) como macro (incremento de
discursos de este tipo, auge de partidos de ultra derecha)? Suponiendo
que se extiendan discursos de negación de procesos colectivos de
deliberación y se de una tendencia a abrazar soluciones
técnico-administrativas que despolitizan los contextos y las
problemáticas individuales y colectivas, ¿qué pasaría si alguna fuerza
política o movimiento social canaliza estos microfascismos o
micro-autoritarismos? ¿Se pueden revertir estos procesos? ¿Cuáles son
los puntos débiles de estos discursos y cómo comunicarlos?
Para llevar a
cabo este estudio hemos pensado tres maneras de analizar los discursos
de personas asociadas a esta actitud o forma de ser:
- entrevistas individuales
- entrevistas colectivas
- análisis de comentarios en internet, tanto en redes sociales como en prensa digital (www.elmundo.es, por ejemplo, nos parece un espacio donde abundan estos perfiles).
- entrevistas individuales
- entrevistas colectivas
- análisis de comentarios en internet, tanto en redes sociales como en prensa digital (www.elmundo.es, por ejemplo, nos parece un espacio donde abundan estos perfiles).
Vamos a
empezar con este tercer punto para, desde ahí, plantear las entrevistas.
Como acabamos de iniciar este proyecto aún estamos diseñando las formas
de trabajar en equipo y a distancia. En breve estará listo ¿Te apetece
participar?
Fuente: http://analisismadrid.wordpress.com..
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