Por Patricia
Rodríguez Calviño | Esta
semana la empresa Mango informaba en un comunicado de prensa de su nuevo
proyecto. Se trata de la nueva línea de ropa Violeta by Mango. Una colección
diseñada para la mujer actual, femenina, sexy y a la moda, con tallaje
especial.
nuevatribuna.es | Por Patricia Rodríguez Calviño | 13 Diciembre 2013 - 15:13 h.
Esta semana
la empresa Mango informaba en un comunicado de prensa de su nuevo proyecto. Se
trata de la nueva línea de ropa Violeta by Mango. Una colección diseñada para
la mujer actual, femenina, sexy y a la moda, con tallaje especial.
Inmediatamente
las principales editoriales de moda y periódicos internacionales dieron
difusión a esta nueva colección. “Mango lanza una línea de tallas grandes
dirigidas a las mujeres jóvenes con curvas”. Pero, ¿qué nos llama la atención?
La firma española de ropa considera talla grande a partir de la 40. Las mujeres
de la talla 40. Mujeres “especiales” según Mango.
Podríamos
volver a hablar del objetivo sanitario y social que en el 2007 se marcaba el
Ministerio de Sanidad, que incluía la firma de un acuerdo de unificación de tallas
para la fabricación de ropa, por el cual se pasaba a considerar tallaje
especial a partir de la 48. Pero sin entrar en tecnicismos y sin ser una
estadista yo me pregunto ¿una empresa de tendencia internacional no debería
tener una responsabilidad para con la sociedad? ¿Somos conscientes de que la
talla 40 es la más común en las mujeres?
A los
diseñadores, responsables de comunicación de Mango me dirijo cuando digo que es
una irresponsabilidad total y absoluta, una brutal discriminación, segmentar a
las mujeres en gordas o delgadas. Calificar de talla especial, “gorda”, a una
mujer que usa una 40 es una aberración. Este tipo de cosas son las que hacen
que miles de jóvenes en el mundo caigan cada día en diferentes trastornos
alimenticios pero, además, atacáis a nuestra fidelidad.
Somos
nosotras las que en estos años os hemos acompañado y apoyado, sustentando,
después de todo, vuestro negocio. Hemos sido leales, cada temporada, a vuestras
líneas de ropa. Pero, en esta ocasión, nos alejamos. No podemos defender una
actitud como ésta, que fomenta estereotipos, y denota un hedor a machismo
encubierto insoportable.
En pleno
siglo XXI, seguís intentando que seamos nosotras las que nos adaptemos a
vuestros patrones. Deberíais de haberos adaptado vosotros a nosotras y a
nuestros cuerpos. No somos muñecas idénticas. Somos mujeres altas, bajas, con
curvas, rectas... No habéis sido capaces de verlo.
Perdisteis
una oportunidad de demostrar que estáis con nosotras. Tener curvas no es
sinónimo de mayor talla ni viceversa. Este mensaje confuso pone énfasis en la
diferencia y lleva a las mujeres a sentirse discriminadas. Deberías
replantearos esta campaña y lanzar un mensaje de unión, donde sí se amplíen
tallas pero sin ninguna acción segregacionista.
En lo único
en lo que habéis acertado es en que somos especiales. Somos especiales por
nuestra capacidad e inteligencia. Por la sensibilidad y compromiso que
demostramos para con la sociedad. Somos especiales en nuestras formas y
aptitudes. Por la valentía y el arrojo que usamos para defender a los nuestros
y en lo que creemos. Somos especiales pero estamos hartas.
Estamos
hartas de que nos intenten moldear. Hartas de que nos digan cómo debe ser
nuestro carácter. Hartas de que nos digan cuáles son las profesiones que
debemos elegir. Hartas de que nos digan cómo tenemos que vestir para dar una
buena imagen. En definitiva, hartas de que todo el mundo pueda decidir qué
hacer con nuestro cuerpo excepto nosotras mismas. ¡Hartas!
Por Patricia
Rodríguez Calviño | Secretaria de Igualdad de Juventudes Socialistas de
España

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