Muchas cosas han cambiado en Estados Unidos desde que hace 50 años, el 28
de agosto de 1963, el reverendo Martin Luther King pronunciase su legendario
discurso “Tengo un sueño”, pero la situación de los casi 45 millones de
afroamericanos del país no ha mejorado demasiado.
Las personas
de raza negra suman el 40 por ciento de los presos, la mitad de las víctimas de
homicidios, apenas cuentan con representantes políticos y son el grupo étnico
más pobre.
Las demoledoras cifras muestran como el
“sueño” de Martin Luther King se ha convertido en una pesadilla para los suyos:
40 por ciento
de presos son afroamericanos
Según las estadísticas del Departamento
de Justicia de EEUU, 4 de cada 10 presos son de raza negra. Actualmente cumplen
condena en las cárceles del país cerca de 850.000 hombres y 65.000 mujeres de
color. Esto significa que aproximadamente 5 de cada 100 afroamericanos están en
prisión, lo que supone que tienen casi cinco veces más posibilidades de acabar
entre rejas que un blanco.
Mitad de los
asesinados son negros
Los datos que maneja el Centro para el
Control de Enfermedades estadounidense (CDC), en su informe sobre muertes
violentas, son preocupantes: el 52 por ciento de las víctimas de homicidios en
2009 eran de raza negra.
Además, según las estadísticas del FBI,
los afroamericanos son hasta siete veces más proclives a cometer un crimen
violento que los integrantes de otros grupos étnicos. Los WASP (acrónimo para
referirse al blanco, anglosajón y protestante de elevada posición social) son
sus víctimas favoritas, con el 45 por ciento de los asaltos.
Solo 44 en
cargos importantes
En Estados Unidos viven casi 45 millones
de afroamericanos, aproximadamente el 15 por ciento de la población total de
ese país. Sin embargo, sus representantes políticos apenas ocupan el 8 por
ciento de los cargos de responsabilidad en Washington.
Según los datos del Congreso estadounidense,
únicamente 43 de los 435 miembros electos de la Cámara de Representantes son de
raza negra. La cifra es aún menor en el Senado: hay un único senador de color
entre los 100 actualmente en el cargo.
30 por ciento
vive bajo el umbral de la pobreza
Uno de cada tres afroamericanos es
pobre, y la situación empeora.
Datos de la oficina del censo
correspondiente a 2011 afirman que un 28,1 por ciento de las personas de color
vive bajo el umbral de la pobreza, una cifra casi tres puntos superior que
únicamente cinco años antes.
Las familias monoparentales formadas por
una mujer de raza negra con hijos menores de 18 años configuran el grupo más
castigado por la pobreza: un 46,5 por ciento vive en riesgo de grave exclusión
social sin apenas recursos para comprar comida, pagar el alquiler de una
vivienda, gastos educativos o de salud y asistencia social.
Más
desempleados que hace 50 años
La protesta que Martin Luther King
encabezó aquel agosto de 1963 fue una marcha “por el trabajo y la libertad” de
la mayor minoría del país. Sin embargo, cinco décadas después, las cifras de
paro entre los afroamericanos son mucho peores que las que se registraban en
aquellos momentos.
En la época en la que King pronunció su
discurso menos del 10 por ciento de las personas de color en edad de trabajar
carecía de trabajo. A día de hoy la cifra se ha disparado por encima del 16 por
ciento, según los datos del Pew Research Center. Esto supone que más de 3
millones de personas de color están en situación de desempleo.
Si hace 50 años la diferencia entre las
tasas de paro de blancos y negros apenas superaba los cuatro puntos
porcentuales, ahora la brecha se ha duplicado alcanzando más de 10 puntos.
Para el profesor de la Universidad de
Duke, William A. Darity, la explicación es simple: “En los momentos de bonanza
económica los negros son los últimos en ser contratados, mientras que en las
épocas de crisis son los primeros en ser despedidos”.
Sin cobertura
sanitaria
Solo los inmigrantes ilegales de origen
hispano tienen peor acceso a la sanidad que las personas de raza negra en EEUU.
Según los datos del Centro para el Control de Enfermedades (CDC), Un 17 por
ciento de los integrantes de este grupo étnico carece de seguro médico, un
requisito fundamental para recibir una correcta atención médica.
El calor de
la injusticia
“Hoy os digo, amigos míos, que a pesar
de las dificultades del momento, yo aún tengo un sueño. Es un sueño
profundamente arraigado en el sueño americano. Sueño que un día esta nación se
levantará y vivirá el verdadero significado de su credo: ‘Afirmamos que estas
verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales’.
Sueño que un día, en las rojas colinas
de Georgia, los hijos de los antiguos esclavos y los hijos de los antiguos
dueños de esclavos, se puedan sentar juntos a la mesa de la hermandad.
Sueño que un día, incluso el estado de
Misisipi, un estado que se sofoca con el calor de la injusticia y de la
opresión, se convertirá en un oasis de libertad y justicia.
Sueño que mis cuatro hijos vivirán un
día en un país en el cual no serán juzgados por el color de su piel, sino por
los rasgos de su personalidad.
¡Hoy tengo un sueño!”
Roberto Arnaz / La Información
Fuente: http://www.librered.net/

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