Rosario G.
F. es una psicóloga con una dilatada experiencia a sus espaldas. “No se puede
afirmar que el aumento de los suicidios sea producto únicamente de la crisis
económica. Pero lo que sí puedo asegurar es que, en los últimos años, en
mi consulta se han multiplicado por cuatro los cuadros de depresiones profundas
de personas que han perdido su trabajo o que se les ha complicado su situación
laboral o terriblemente angustiadas ante la dificultad de afrontar el pago de
la vivienda… La crisis, los problemas económicos y un futuro incierto son
factores muy poderosos que están detrás de muchos pacientes con ideas
suicidas”.
Las
estadísticas son agobiantes, según publica El Triangle. También globales.
Cada año se suicidan en el mundo un millón de personas y más de 20 millones
lo intentan. En la Unión Europea, casi 60.000 ciudadanos se quitan la vida
anualmente. Según un estudio de la Asociación Española de Psiquiatría Privada
(AEPP), existe un aumento progresivo del 50% en los casos de suicidios durante
las últimas tres décadas: de los 10 suicidios por cada 100.000 habitantes en
los años ochenta, a los 15 actuales.
Cifras opacas
Unas cifras,
sin embargo, que no coinciden con los datos aportados por el Instituto Nacional
de Estadística, lo que refleja la opacidad, la confusión y el secretismo que
envuelve todo aquello relacionado con el tema del suicidio. El último estudio
del INE data del año 2011 y recoge la cifra de 3.180 suicidios en España, que
equivale a una tasa de 7 por cada 100.000 habitantes. Muy lejos todavía de las
cifras que ostentan países como Lituania (29,4 por cada 100.000 habitantes),
Hungría (21,7), Letonia (18,2) o Finlandia (16,8), según la base de datos de
Eurostat.
Pero a
medida que los estragos de la crisis capitalista y los recortes neoliberales se
extienden y multiplican, las cifras fatales siguen la misma dinámica.
En Grecia, el número de suicidios se ha incrementado un 37% entre los años
2009 y 2011; en Irlanda, un 16%, y en Italia, un 52%. El año pasado, en
Barcelona se registró un aumento del 58% en el número de persones que se
quitaron la vida respecto al año 2011, según el Instituto de Medicina Legal de
Catalunya.
Las cifras
oficiales del INE aportan números precisos: durante el año 2011, los suicidios
en Barcelona fueron 324 y los servicios de urgencia de la ciudad reciben
diariamente entre cuatro y seis personas que han intentado quitarse la vida.
Se triplica el
consumo de antidepresivos
“Otro de los
indicadores cruciales es que se ha triplicado el consumo de antidepresivos en
los últimos diez años”, comenta la psicóloga Rosario G. F. Datos del
Ministerio de Sanidad revelan que el uso de antidepresivos y ansiolíticos entre
la población pasó del 5,1% el año 2005 a casi el 15% en 2012. Recientemente, la
Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) elevó al 29% el número de
ciudadanos que en alguna ocasión han ingerido fármacos contra la ansiedad
y la depresión.
Mientras
tanto, los medios de comunicación, tradicionalmente, han mantenido un pudoroso
alejamiento de la cuestión que colabora a mantener el estigma. Un suicidio
nunca es noticia, mientras sí lo es un accidente o un homicidio, a pesar que en
España muere más gente por suicidios que por accidentes de tráfico. Es
impensable todavía una campaña de prevención contra las muertes voluntarias
como las que, año tras año, presenta la Dirección General de Tráfico.

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